Si padeces artritis reumatoide (AR) y tienes dificultades para realizar tareas cotidianas, la terapia ocupacional puede ayudar a facilitarlas.

Muchos terapeutas ocupacionales se especializan en AR. Pueden recomendar ciertos ejercicios, adaptaciones y dispositivos que puedes usar.

También pueden realizar evaluaciones para determinar dónde necesitas ayuda. Tales pruebas miden tu capacidad para mover y operar las articulaciones. Asimismo, pueden evaluar tu salud mental para brindarte el apoyo adecuado.

La terapia ocupacional para la AR suele incluir intervenciones para:

  • Cocinar y usar electrodomésticos
  • Bañarse y vestirse
  • Trabajar
  • Manejar un auto
  • Usar el teclado de la computadora
  • Participar en pasatiempos y otras actividades de ocio

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Trabajar con un terapeuta ocupacional puede mejorar los síntomas de la AR de varias maneras. Descubrirás que te ayuda a:

  • Controlar el dolor
  • Evitar dolor y fatiga adicionales
  • Reducir el riesgo de lesiones
  • Conservar energía
  • Mejorar tus niveles de energía
  • Usar dispositivos de asistencia como un bastón o una pinza
  • Adaptar las tareas o modificar el entorno a tus capacidades
  • Reducir el dolor de una tarea específica en una articulación específica
  • Proteger las articulaciones y tendones del daño de las actividades diarias
  • Hacer lo que necesitas y deseas hacer todos los días

Controlar estos factores puede contribuir a una vida plena que incluya la capacidad de trabajar y socializar.

No obstante, ten en cuenta que, si bien la terapia ocupacional puede ayudar a que te desenvuelvas en tu vida diaria y mejorar los síntomas, no puede devolver la movilidad a las articulaciones que tienen daño permanente.

 

Fuente: Healthline