El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal común que afecta el intestino grueso y ocasiona síntomas como dolor abdominal, distensión abdominal, estreñimiento y diarrea. Muchas personas se centran en cambios en la dieta, el manejo del estrés y la medicación para controlar sus síntomas.

La terapia del suelo pélvico puede ayudar a fortalecer, relajar y coordinar los músculos pélvicos. Para comenzar, puedes consultar con un fisioterapeuta capacitado para aprender los ejercicios.

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Algunas de las maneras en que la terapia del suelo pélvico puede ayudar incluyen las siguientes:

  1. Entrenamiento con biorretroalimentación: Una de las técnicas más utilizadas en la terapia del suelo pélvico, la biorretroalimentación, involucra el uso de sensores que monitorizan la actividad muscular. Un terapeuta guía a las personas para que aprendan a relajar o fortalecer los músculos del suelo pélvico de forma eficaz. Un estudio del año 2023 señala que la biorretroalimentación puede mejorar los síntomas en personas con disinergia al entrenar los músculos para que funcionen armoniosamente durante las deposiciones.
  2. Terapia manual: Un terapeuta experto en suelo pélvico puede utilizar técnicas prácticas para liberar puntos gatillo, reducir la tensión muscular y abordar cualquier dolor pélvico. Este enfoque puede ayudar a las personas con disfunción hipertónica del suelo pélvico, ya que es capaz de aliviar las molestias y mejorar la flexibilidad muscular general.
  3. Técnicas de respiración y relajación: Las personas con SII pueden experimentar un mayor estrés y ansiedad, lo que puede afectar la tensión muscular del suelo pélvico. Los terapeutas suelen enseñar ejercicios de respiración diafragmática y relajación para promover una conexión mente-cuerpo saludable y reducir la tensión en el suelo pélvico y la región abdominal.
  4. Educación y reeducación intestinal: Los terapeutas de suelo pélvico también ofrecen valiosa educación sobre los hábitos intestinales y la postura para optimizar las deposiciones. Esto puede incluir orientación sobre el ritmo, la posición (como la postura en cuclillas) y la creación de una rutina para promover la regularidad y minimizar el esfuerzo.

 

Fuente: Healthline