Realizar actividad física no sólo mejora la condición física, también reduce el riesgo de enfermedades crónicas, mejora el estado de ánimo y fortalece la salud del corazón, los huesos y el cerebro. Pero ¿cuánta actividad es suficiente? Las recomendaciones varían según la edad, y conocerlas puede ayudarte a mantenerte activo de forma segura y efectiva.

Niños y adolescentes (5 a 17 años)

  • Mínimo 60 minutos al día de actividad física moderada a vigorosa.
  • Debe incluir actividades que fortalezcan músculos y huesos al menos 3 veces por semana (como correr, brincar, nadar o deportes).
  • El juego activo también cuenta: andar en bicicleta, bailar, jugar en el parque.

Mantenerse activo en esta etapa favorece el desarrollo físico, mental y emocional.

Adultos (18 a 64 años)

  • Al menos 150 a 300 minutos por semana de actividad física moderada (como caminar a paso rápido), o 75 a 150 minutos si es vigorosa (como correr, nadar o hacer ciclismo).
  • Incluir ejercicios de fuerza muscular al menos 2 días por semana.
  • También es importante reducir el tiempo sentado y moverse con frecuencia durante el día.

La actividad física en esta etapa ayuda a prevenir enfermedades como diabetes, hipertensión y depresión.

Adultos mayores (65 años en adelante)

  • Las mismas recomendaciones que en adultos, adaptadas a su capacidad física y condiciones de salud.
  • Incorporar ejercicios de equilibrio y coordinación para prevenir caídas (como tai chi o caminar sobre superficies irregulares).
  • Mantenerse activo ayuda a conservar la autonomía, la fuerza y la salud cognitiva.

Conoce más: Cáncer de mama y ejercicio, información clave que debes conocer

Beneficios a cualquier edad

La actividad física regular:

  • Fortalece el corazón y los pulmones.
  • Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.
  • Favorece un peso saludable y una mejor calidad de sueño.
  • Disminuye el riesgo de enfermedades crónicas y el deterioro físico.

La clave está en moverse más y sentarse menos. La actividad física no tiene que ser intensa ni costosa: lo importante es encontrar lo que se ajuste a tu edad, condición y estilo de vida, y hacerlo con regularidad.

 

Fuente: Organización Mundial de la Salud