Correr no es malo para tus rodillas; correr con mala técnica sí lo es.
De hecho, la mayoría de las lesiones de rodilla causadas por correr son lesiones por sobreuso, lo que significa que sometes a tu cuerpo a más estrés del que puede soportar.
Ya sea por aumentar tu programa de entrenamiento demasiado rápido o por no descansar lo suficiente entre carreras, correr demasiados kilómetros antes de que tus músculos, huesos, articulaciones y cartílagos estén listos para más puede incrementar el riesgo de lesiones.
Se han realizado numerosas investigaciones sobre los efectos de correr en las rodillas.
Un estudio siguió a un grupo de corredores de larga distancia, así como a un grupo control de no corredores, durante 18 años. Mediante una serie de radiografías durante casi dos décadas, los investigadores monitorearon la presencia de osteoartritis en las rodillas.
Los resultados del trabajo mostraron que correr en adultos mayores sanos no se asoció con una mayor prevalencia de osteoartritis. De hecho, al final del estudio, el 20% de los corredores mostró signos de osteoartritis, en comparación con el 32% de quienes no corrían.
Conoce más: Cinta de correr: Usos, beneficios y desventajas
Otra investigación sugiere que correr puede ser beneficioso para las rodillas.
Los autores utilizaron análisis de la marcha y modelos informáticos para determinar si correr supone una mayor carga para las rodillas que caminar. No obstante, también facilita la adaptación del hueso y el cartílago de la rodilla, lo que podría resultar en rodillas más fuertes en general.
¿Y si ya experimentas dolor de rodilla? ¿Correr está completamente descartado para ti? Los estudios indican que no necesariamente.
Un trabajo reciente con 82 voluntarios de mediana edad analizó los efectos a corto plazo de las carreras de larga distancia en las articulaciones de la rodilla mediante resonancia magnética (RM).
Las RM previas al entrenamiento mostraron signos de daño asintomático en varias estructuras de la rodilla en la mayoría de los participantes. Después del maratón, las RM mostraron una reducción del daño en la tibia y el fémur. Sin embargo, las resonancias magnéticas también mostraron deterioro del cartílago rotuliano.
Entonces, ¿qué significa todo esto? Pues que no dejes de correr por miedo a que te cause dolor de rodilla. Pero, como con cualquier actividad, escucha a tu cuerpo. Cuando sientas dolor, investiga la causa y dale descanso a tus rodillas para que se recuperen.
Fuente: Healthline