Las frutas y verduras son fuente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Incluirlas en la alimentación diaria contribuye a prevenir enfermedades crónicas y a mantener un peso saludable, pero muchas personas no alcanzan la cantidad recomendada.

Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para integrarlas con mayor facilidad. Recuerda combinar tu dieta con actividad física regular.

1. Agrega fruta al desayuno

Iniciar el día con fruta fresca es una forma sencilla de aumentar la ingesta de nutrientes desde temprano. Puedes añadir plátano a la avena, fresas al yogur o preparar un licuado con frutas variadas.

2. Incorpora vegetales en cada comida

Asegúrate de que la mitad de tu plato esté compuesta por verduras. Puedes incluir ensaladas, verduras al vapor, guisadas o salteadas, dependiendo de tus gustos y del platillo principal.

3. Ten frutas y verduras listas para comer

Lava y corta porciones al inicio de la semana para que estén disponibles como snacks o guarniciones. Tenerlas listas reduce la tentación de elegir alimentos ultraprocesados.

4. Prueba nuevas preparaciones

Explorar recetas diferentes puede hacer que las frutas y verduras resulten más atractivas. Puedes preparar sopas, cremas, salsas caseras, hornearlas o incluirlas en tacos, pastas y guisos.

5. Combina sabor y color

Elige frutas y verduras de distintos colores para asegurar variedad de nutrientes y hacer tus platos más llamativos. Cuanto más colorido sea tu plato, más beneficios estás obteniendo.

Conoce más: El color de los alimentos y sus propiedades nutricionales

Pequeños cambios diarios pueden ayudarte a alcanzar la meta de consumir al menos cinco porciones entre frutas y verduras cada día, lo que tendrá un impacto positivo en tu salud física y mental.

Si tienes dudas sobre tu nutrición, consulta a un profesional de la salud. ¡Es momento de cuidarte a través de hábitos saludables!

 

Fuente: Centers for Disease Control and Prevention