Muchas veces comemos sin tener hambre o seguimos comiendo aunque ya no lo necesitamos. Esto ocurre porque confundimos la saciedad física con la satisfacción emocional, dos conceptos distintos que influyen en nuestra relación con los alimentos. Aprender a reconocer la diferencia puede ayudarnos a comer de forma más consciente y saludable.
1. ¿Qué es la saciedad física?
La saciedad física es la sensación que aparece cuando el cuerpo ya ha recibido suficiente alimento para cubrir sus necesidades energéticas. Se manifiesta a nivel corporal con signos como:
- Disminución del hambre.
- Sensación de estómago lleno o satisfecho.
- Disminución del interés por seguir comiendo.
Escuchar estas señales es clave para evitar comer en exceso y mantener un buen equilibrio nutricional.
2. ¿Qué es la satisfacción emocional?
La satisfacción emocional se refiere al placer o consuelo que obtenemos al comer, muchas veces asociado a emociones como el estrés, la tristeza o el aburrimiento. En estos casos, el alimento actúa como un refugio emocional y no como una necesidad física. Algunos indicadores son:
- Antojos repentinos de alimentos específicos (generalmente dulces o procesados).
- Comer sin hambre real.
- Sentimientos de culpa o arrepentimiento después de comer.
Conoce más: Comer emocionalmente y comer por placer, ¿cómo diferenciarlos?
3. ¿Cómo aprender a diferenciarlas?
Una herramienta útil es hacer una pausa antes de comer y preguntarte por qué lo haces:
¿Tengo hambre o quiero calmar una emoción? También es útil observar si estás dispuesto a comer cualquier tipo de alimento o solo uno en particular (si solo deseas galletas, probablemente sea hambre emocional).
4. Estrategias para regular ambas sensaciones
- Come despacio y sin distracciones para que el cuerpo registre la saciedad.
- Mantén horarios regulares de comida para evitar llegar con demasiada hambre.
- Identifica tus emociones y busca otras formas de gestionarlas, como caminar, escribir o hablar con alguien.
Reconocer la diferencia entre saciedad física y satisfacción emocional puede ayudarte a tener una relación más equilibrada con la comida, mejorando tu bienestar físico y emocional. ¡Cuídate!
Fuente: Mayo Clinic