El ajo ha sido usado por siglos en distintas culturas no sólo por su sabor, sino por sus propiedades medicinales. Consumido en crudo, este alimento puede tener efectos positivos en la salud del corazón gracias a sus compuestos bioactivos.

¿Por qué el ajo crudo es beneficioso?

El principal compuesto responsable de los beneficios del ajo es la alicina, que se libera cuando el ajo es triturado o picado en crudo. La alicina tiene propiedades antioxidantes y vasodilatadoras, lo que ayuda a mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión arterial.

Reducción del colesterol y triglicéridos

Varios estudios han mostrado que el consumo regular de ajo crudo puede contribuir a disminuir los niveles de colesterol LDL (el “malo”) y triglicéridos en sangre. Esto es clave para la prevención de enfermedades cardiovasculares.

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Efecto anticoagulante natural

El ajo crudo puede ayudar a prevenir la formación de coágulos al actuar como un anticoagulante leve. Esto favorece una circulación más fluida, lo cual es importante para evitar eventos como infartos o embolias, especialmente en personas con factores de riesgo.

¿Cómo consumirlo para aprovechar sus beneficios?

Para obtener sus propiedades, se recomienda triturar o picar el ajo y dejarlo reposar unos minutos antes de comerlo. Esto activa la alicina. Puede añadirse crudo a guacamole, ensaladas, tostadas o mezclarse con aceite de oliva. Una dosis moderada es de 1 diente al día. En exceso puede causar malestar estomacal.

El ajo crudo, consumido con moderación y como parte de una dieta equilibrada, puede ser un complemento eficaz para mantener la salud cardiovascular. No sustituye el tratamiento médico, pero sí es un recurso natural con respaldo científico.

 

Fuente: Medical News Today