En época de calor, es sumamente importante cuidar la alimentación. Por un lado, existe mayor riesgo de enfermedades gastrointestinales y alergias alimentarias; por otro, el cuerpo pierde una gran cantidad de lÃquido, minerales y oligoelementos, razón por la que es vital saber qué comer y cuándo hacerlo.
¡Toma nota!
- Frutas y verduras. En temporada de calor, el cuerpo pide a gritos comida ligera y refrescante. Los mejores alimentos para el calor son las frutas y verduras de temporada, las cuales contienen agua y otros nutrientes que sacian el hambre y la sed, sin olvidar que contribuyen a mantener la piel hidratada y nutrida.
- Grasas saludables. Evita comer grasas trans y fritos, estos hacen más difÃcil la digestión y aumentan la sensación de calor. Es mejor hervir u hornear los alimentos.
- Sopas frÃas. Existe una amplia gama de sopas frÃas. Recuerda que se trata de una importante fuente de vitaminas, fibra vegetal, ácidos grasos poli insaturados, sales minerales y glúcidos.
- Bebidas frÃas naturales (limonada, naranjada, zumos de otras frutas o granizados). Procura evitar el exceso de alcohol —sobre todo de alta graduación—, éste puede llevarte a la deshidratación o al golpe de calor.
- Agua natural. Bebe cuando despiertes, en el desayuno, almuerzo y cena, y cuando vas a dormir. O bien, toma un vaso pequeño de agua al inicio de cada hora.
Conoce más: Deshidratación reduce funcionamiento de las células
Otras formas de prevenir la deshidratación
Para prevenir la deshidratación, bebe mucho lÃquido y consume alimentos ricos en agua, como frutas y verduras. Es posible que debas consumir más lÃquidos en ciertos casos, por ejemplo:
- Ejercicios extenuantes. En general, es mejor comenzar a hidratarse el dÃa anterior a realizar ejercicios extenuantes. Producir mucha orina clara y diluida es una buena indicación de que estás bien hidratado. Durante la actividad, repone lÃquidos en intervalos regulares y sigue bebiendo agua después de que termines.
- Tiempos calurosos o frÃos. Debes beber más agua en tiempos calurosos o húmedos para ayudar a reducir la temperatura corporal y a reemplazar lo que pierdes con la sudoración. Es posible que también necesites más agua en tiempos frÃos para combatir la pérdida de humedad del aire seco, especialmente a grandes alturas.
- Enfermedad. Los adultos mayores se deshidratan con más frecuencia durante enfermedades menores como influenza, bronquitis o cistitis. Asegúrate de beber más lÃquidos cuando no te sientas bien.
Si detectas algún sÃntoma de deshidratación —sudoración excesiva, fiebre, vómitos, diarrea, entre otros—, visita a un médico de inmediato.Â
Fuente: Come con Salud/ Mayo Clinic