De los miles de bebés que nacen cada día en todo el mundo, un gran porcentaje no presentan ningún problema en su salud integral. No obstante, existe un pequeño porcentaje de pequeños que pueden nacer un poco más propensos a padecer infecciones durante sus primeros días de vida.

Si bien esta situación puede llegar a alterar a algunos padres de familia, lo cierto es que de recibir atención médica de forma oportuna, basta con unos cuantos días en el hospital para que un pequeño pueda superar estas infecciones y regresar a casa.

A este tipo de afecciones se les suele denominar médicamente como infecciones neonatales. Estas suelen aparecer debido a que los recién nacidos son particularmente proclives a contraer algunas enfermedades porque sus sistemas inmunitarios aún no son lo suficientemente maduros como para combatir las bacterias, virus y parásitos que los rodean.

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Cuando un recién nacido contrae una infección, es bastante probable que deba ingresar en un hospital, o incluso en alguna unidad de cuidados intensivos neonatales para lograr recuperarse.

Señales de alerta

De acuerdo con especialistas en salud, existen diversas infecciones que suelen manifestarse con algunos síntomas similares.

Es por ello importante que los padres de familia aprendan a identificar estos signos, de modo que sepan en qué momento deben acudir con un médico o solicitar atención de urgencias. Los síntomas a los que deben prestar atención los padres son:

1. El bebé no se alimenta bien (presenta falta de apetito).

2. Tiene dificultades para respirar.

3. Presenta letargo (estado de cansancio y de somnolencia profunda y prolongada).

4. Registra una temperatura corporal muy baja o muy alta.

5. Manifiesta una erupción cutánea inusual o un cambio en el color de su piel.

6. Tiene llantos duraderos.

7. Presenta irritabilidad inusual.

Asimismo, presentar un cambio súbito en su comportamiento, como repentinamente comenzar a dormir todo el tiempo o dormir muy poco, también puede ser una señal de alerta.

Los síntomas anteriores son particularmente de llamar la atención en bebés que todavía no han cumplido 2 meses de edad. Por ello, de sospechar que un pequeño podría tener un problema de salud, los padres deben llevarlo al médico de inmediato.

 

Vía: Kid’s Health