Durante el embarazo, los pulmones y el diafragma comienzan a dejar espacio para el bebé y, como resultado, es posible que sientas un poco de falta de aliento (disnea), que suele presentarse a partir del segundo trimestre. Tal sensación aumentará hasta que tu futuro hijo baje a la pelvis unas semanas antes del nacimiento. Algunas mujeres gestan a sus bebés en una posición por debajo del tórax, por lo que quizás no experimenten esta disnea.

Las hormonas del embarazo también desempeñan un papel, ya que pueden causar un aumento en el volumen de la sangre en tu cuerpo, a fin de ayudar a nutrir a tu bebé. El aumento en el flujo sanguíneo puede hacer que tus fosas nasales estén más congestionadas, dejándote con la nariz tapada.

Asimismo, tales hormonas hacen que tus pulmones trabajen de forma más eficiente para que puedan bombear grandes volúmenes de aire hacia adentro y hacia afuera, pidiéndoles que respiren más profundamente. Como resultado, puedes sentir falta de aliento sin realizar ningún esfuerzo. Esto es normal, así que no te alarmes. Es solo tu cuerpo haciendo su trabajo para mantener bien abastecidos de oxígeno a ti y a tu bebé.

¿Qué puedes hacer para respirar más fácilmente?

A menos que tu doctor lo prohíba, intenta hacer algún tipo de ejercicio aeróbico de bajo o nulo impacto todos los días, como por ejemplo, una caminata rápida. El ejercicio aeróbico mantiene los pulmones y el corazón en buenas condiciones y puede ayudarlos a funcionar sin problemas. No obstante, si no estás acostumbrada a hacer ejercicio, no corras por la cuadra la primera vez que salgas. Asegúrate de obtener la aprobación de tu médico y después inicia lento y poco a poco. Si te sientes incómoda, detente. Cada vez que hagas ejercicio y te quedes sin aliento, disminuye la velocidad o deja de hacer la actividad, pues quizás estés trabajando demasiado duro.

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Por ello, aquí te mencionamos otras cosas que puedes hacer si comienzas a sentir falta de aliento:

  1. Cuando te sientes, no te desplomes. Mantén el pecho hacia arriba y los hombros hacia atrás. Esto le dará a tus pulmones más espacio para expandirse. Si aún sientes falta de aliento, levántate. Estar de pie puede aliviar algo de la presión sobre el diafragma y los pulmones.
  2. Por la noche, intenta usar una almohada extra para levantar la cabeza un poco más. Si te sientes realmente incómoda, incluso puedes intentar dormir apoyada en posición mitad sentada.
  3. Una vez que llegues a la mitad de tu embarazo, es una buena idea tratar de dormir principalmente del lado izquierdo. Facilitará la respiración y también aliviará la presión sobre los principales vasos sanguíneos que van hacia tu bebé.
  4. Haz respiraciones lentas, profundas y relajadas. (Esta es una buena práctica para el tipo de respiración que probablemente harás en la sala de parto).
  5. Aquí hay un buen ejercicio para que tu cuerpo esté bien oxigenado. Levántate; inhala mientras levantas los brazos hacia arriba y hacia los lados, levantando la cabeza al mismo tiempo. Exhala lentamente mientras bajas los brazos y la cabeza. Concéntrate en expandir tu caja torácica, en lugar de tu estómago, mientras inhalas.
  6. Y aquí hay un consejo de Vicki Iovine, madre de cuatro hijos y autora de The Girlfriends Guide to Pregnancy: cuando te sientas sin aliento, ponte de rodillas para que la gravedad tire al bebé hacia abajo. Según Iovine, el alivio que ofrece esta posición es tan grande que podrías tener la tentación de arrastrarte durante el resto del embarazo.

Cuándo llamar al médico

No es inusual padecer falta de aliento cuando estás embarazada. Pero si de repente tienes problemas para respirar y sientes dolor en el pecho, llama a tu médico de inmediato o acude a la sala de emergencias.

 

Vía: Health Day News