El uso del celular -o teléfono móvil- ha sido objeto de estudio por expertos en salud desde que este aparato hizo su aparición y comenzó a ganar popularidad entre los usuarios.

Actualmente siguen llevándose a cabo estudios que confirmen o nieguen de forma categórica posibles riesgos a la salud integral que se relacionen con el uso de los teléfonos celulares.

Lo cierto es que para su funcionamiento, estos aparatos emiten campos electromagnéticos, los cuales el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ha llegado a clasificar como “posiblemente carcinógenos para los seres humanos”.

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A la espera de más resultados sobre este y más riesgos a la salud que se han relacionado con el uso de los teléfonos celulares, diversas organizaciones e instituciones, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) han llegado a emitir una serie de recomendaciones para que las personas reduzcan su exposición a dichos campos electromagnéticos.

Estas recomendaciones incluyen:

1 Limitar el uso de los teléfonos celulares para conversaciones cortas o para momentos en que un teléfono fijo no esté disponible.

2 Preferir el uso de mensajes de texto en lugar de llamadas.

3 Utilizar audífonos alámbricos (‘manos libres’) para realizar llamadas por celular, ya que estos aditamentos ponen más distancia entre el teléfono y la cabeza del usuario. En caso de no contar con este recurso, se puede optar por hablar mediante altavoz.

4 Utilizar el teléfono para realizar llamadas solo en zonas con una buena recepción de señal. Esta acción produce una disminución del nivel de exposición, ya que de ese modo el aparato transmite a una potencia reducida.

5 Al hablar por celular, mantener una cierta distancia entre el aparato y el oído. Asimismo, cambiar de forma constante el aparato de oído, de manera que no se concentre la exposición en una sola zona.

 

Vía: Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos (NIH), OMS