Se conoce como cesárea al procedimiento médico mediante el cual se realiza la extracción del feto mediante una incisión en la pared abdominal de la madre.

Aunque está médicamente controlado, pueden surgir algunos riesgos. Por ello, la cesárea es un procedimiento que debe tomarse en serio, y es considerada una operación quirúrgica mayor.

Los expertos en salud consideran que es un error elegir la cesárea solamente por el hecho de evitar el trabajo de parto, pues podrían surgir situaciones que ponen en peligro la vida de la madre y el bebé. Algunas de ellas son hemorragias internas, alteración de la placenta, complicaciones por la anestesia o problemas respiratorios en el bebé.

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En resumen, un parto vía cesárea debe realizarse solo cuando sea estrictamente necesario. Y la buena noticia es que las futuras madres pueden reducir el riesgo de recurrir a este procedimiento mediante dos hábitos durante su embarazo:

1 Llevar una dieta saludable

2 Hacer ejercicio de forma constante

De acuerdo con un reciente estudio, realizar ambas acciones durante el embarazo no solo es bueno para la salud del bebé en desarrollo, sino que reduce el riesgo de un parto vía cesárea.

Además de reducir las probabilidades de que la futura madre tenga que someterse a una cesárea, estos dos hábitos también reducen el riesgo de desarrollar diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional), explicó Shakila Thangaratinam, autora del estudio y profesora de salud materna y perinatal en la Universidad de la Reina María, en Londres, Inglaterra.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista especializada BMJ (British Medical Journal), apuntaron que llevar una dieta saludable y realizar ejercicio constante durante el embarazo redujeron el riesgo de necesitar una cesárea en cerca de un 10%.

Las indicaciones finales de los autores indican que por una dieta saludable se considera, además de comer alimentos balanceados, un consumo alto de fibra, más pescado y aceite de oliva, así como evitar la ingesta de bebidas azucaradas.

Por otra parte, la autora del estudio recomendó a las mujeres embarazadas realizar 150 minutos de actividad física moderada por semana, con ejercicio aeróbico y sesiones de fortalecimiento muscular. La actividad puede consistir en utilizar bicicletas estacionarias, nadar, bailar y realizar ejercicios de tonificación.

Finalmente, “todas las mujeres deben hablar con un profesional de la atención de la salud antes de iniciar o continuar con el ejercicio durante el embarazo”, aconsejó Margie Davenport, profesora asistente de educación física y recreación en la Universidad de Alberta, en Canadá.

 

Vía: Health Day News