1. ¿Son seguras las vacunas?

Sí, las vacunas son muy seguras, por lo que cada año se aplican a millones de niños. Además, antes de ser aprobadas para su uso, las vacunas pasan por infinidad de estudios que deben garantizar su seguridad, y las autoridades de salud pública mantienen una vigilancia estrecha sobre las mismas para actuar de manera rápida en caso de que se presenten reacciones inusuales o inesperadas.

  1. ¿Cuáles son los otros efectos de las vacunas? ¿Cómo se tratan?

Las vacunas, al igual que cualquier otro medicamento, pueden causar algunos efectos. La mayoría de estos son muy leves, como irritación en el lugar de la inyección, irritabilidad o fiebre leve. Normalmente, duran sólo un par de días y son tratables. Por ejemplo, puedes poner una toallita limpia y húmeda en la parte adolorida para aliviar el malestar.

Las reacciones graves son muy raras. Sin embargo, si tu niño tiene alguna reacción que te genere preocupación, ponte en contacto con tu proveedor de atención médica.

  1. ¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de las vacunas?

Las vacunas pueden prevenir enfermedades infecciosas que antes causaban la muerte o serios daños a muchos bebés, niños y adultos. Sin las vacunas, tu niño corre el riesgo de enfermarse gravemente y de sufrir dolor, discapacidad e incluso la muerte a consecuencia de enfermedades como el sarampión y la tos ferina. Los riesgos principales asociados con las vacunas incluyen otros efectos que, como dijimos, casi siempre son leves y desaparecen en unos pocos días. Los efectos no deseados después de una vacuna —como reacciones alérgicas severas— son muy raros, y tanto los doctores como el personal de los centros médicos están capacitados para manejarlos. No obstante, para casi todos los niños, los beneficios de prevenir enfermedades por recibir vacunas son mucho mayores que los posibles efectos que podrían causar.

  1. ¿Por qué se necesitan tantas dosis para cada vacuna?

Darle a tu niño cada una de las dosis recomendadas para cada vacuna le otorga la mejor protección posible. Dependiendo de la vacuna, se necesita más de una dosis para crear una inmunidad suficientemente alta que pueda prevenir enfermedades, fortalecer la inmunidad que va desapareciendo con el tiempo, asegurar que las personas que no obtuvieron suficiente inmunidad con una primera dosis estén protegidas, o para proteger contra los gérmenes que van cambiando con el tiempo, como la influenza. Cada dosis de cualquier vacuna es importante porque, en conjunto, todas las dosis protegen contra enfermedades infecciosas amenazantes, que pueden ser especialmente graves para los bebés y los niños muy pequeños.

  1. ¿Por qué los bebés necesitan tantas vacunas actualmente?

Los bebés y los niños pequeños tienen el beneficio de contar con vacunas que previenen 14 enfermedades. Es decir, mucho más que en el pasado, lo que significa que a los bebés y los niños pequeños ahora se les puede proteger contra más enfermedades como nunca antes. El calendario de vacunación recomendado está diseñado para proteger de manera segura a los bebés y niños al inicio de sus vidas, antes de que tengan la probabilidad de estar expuestos a enfermedades que amenazan la vida.

  1. ¿Cuál es el peligro de retrasar la administración de una o más vacunas?

Es importante que tu hijo reciba las vacunas recomendadas a tiempo. Retrasar o espaciar las vacunas pone a los bebés y niños pequeños en riesgo de contraer enfermedades graves. Algunas enfermedades prevenibles con las vacunas, como la tos ferina y la influenza, todavía existen en México; y otras enfermedades, como el sarampión, pueden ser traídas de otros países. Los niños suelen quedar expuestos a esas enfermedades durante el tiempo que no están protegidos por las vacunas. Además, puede ser problemático inscribir a tu hijo en una escuela o guardería infantil, puesto que ambas exigen que los niños tengan todas sus vacunas al día. Si a tu niño no le han puesto alguna de las vacunas, habla con su doctor para que se las pongan.

  1. Ya hemos eliminado la mayoría de las enfermedades que se previenen con la vacunación, ¿por qué seguir vacunando?

Algunas enfermedades prevenibles con las vacunas, como la tos ferina y la varicela, siguen siendo comunes en nuestro país. Por el contrario, existen otras que ya no son comunes gracias a la vacunación. Sin embargo, si dejamos de vacunar a las personas, incluso los pocos casos registrados rápidamente podrían convertirse en decenas, o cientos, o incluso miles de casos. Aunque muchas enfermedades graves prevenibles con las vacunas son poco comunes en México, algunas de ellas son recurrentes en otras partes del mundo. Incluso si tu familia no viaja fuera del país, podría tener contacto con viajeros internacionales en cualquier lugar de su comunidad. Los niños que no han sido vacunados por completo y están expuestos a una enfermedad podrían resultar gravemente enfermos y contagiarla en toda una comunidad.

  1. Mi niño está enfermo ahora. ¿Conviene vacunarlo?

Habla con el médico, pero normalmente a los niños se les puede vacunar incluso si tienen una enfermedad leve, como resfriado, dolor de oídos, fiebre leve o diarrea. Si el doctor dice que está bien hacerlo, podrás vacunar a tu niño.

  1. ¿Puedo esperar hasta que mi niño vaya a la escuela para ponerlo al día con sus vacunas?

Antes de entrar a la escuela, los niños pequeños pueden estar expuestos a enfermedades prevenibles por vacunación debido a sus padres, otros adultos, hermanos, un avión, una guardería infantil e incluso el supermercado. Los niños menores de 5 años de edad son especialmente susceptibles a contraer enfermedades ya que sus sistemas inmunológicos no han creado las defensas necesarias para luchar contra las infecciones. Si dejas pasar el tiempo y no lo llevas a vacunar, tu bebé corre el riesgo de contraer alguna de estas enfermedades.

  1. ¿Tienen inmunidad natural los bebés? ¿Es mejor la inmunidad natural que la que ofrecen las vacunas?

Los bebés pueden recibir cierto tipo de inmunidad (protección) temporal de la madre durante las últimas semanas del embarazo, pero solamente contra las enfermedades a las que es inmune la mamá. Dar pecho a tu niño también puede proteger a tu bebé temporalmente contra ciertas infecciones menores, como los resfriados. Estos anticuerpos no duran mucho tiempo y dejan vulnerable al infante para contraer enfermedades.

La inmunidad natural ocurre cuando tu niño está expuesto a una enfermedad y queda infectado por la misma. Es cierto que la inmunidad natural normalmente es mejor que la inmunidad que ofrecen las vacunas, pero los riesgos son mucho mayores. Una infección natural de varicela puede resultar en neumonía, mientras que la vacuna sólo puede causar un leve dolor en el brazo por un par de días.

  1. ¿Existe algún lazo entre las vacunas y el autismo?

No. Los estudios y las revisiones científicas siguen mostrando que no existe relación entre las vacunas y el autismo. Algunas personas han sugerido que el timerosal (un compuesto que contiene mercurio) que poseen las vacunas que se administran a bebés y niños pequeños podría ser una causa del autismo, y otras han sugerido que la vacuna MMR (contra el sarampión, las paperas y la rubéola) podría estar ligada a la condición. Sin embargo, numerosos científicos e investigadores han estudiado y continúan estudiando la vacuna MMR y el timerosal, y todos han llegado a la misma conclusión: no existe ningún lazo entre la vacuna MMR y el timerosal con el autismo.

 

 

 

Fuente

  1. Centros para el Control y Prevención de Enfermedades
  2. Academia Americana de Pediatría

Link

  1. https://www.cdc.gov/vaccines/parents/parent-questions-sp.html
  2. http://www.vaccineinformation.org/vaccine-safety/