La influenza H3N2 es una de las variantes del virus de la influenza A que suele asociarse con temporadas más intensas y mayor número de complicaciones, especialmente en ciertos grupos de la población. Identificar quiénes tienen mayor riesgo permite reforzar medidas de prevención y buscar atención médica oportuna.
1. Adultos mayores de 60 años
El sistema inmunológico se vuelve menos eficiente con la edad. Las personas adultas mayores tienen mayor probabilidad de desarrollar cuadros graves, complicaciones respiratorias y hospitalizaciones cuando se infectan con influenza H3N2, en comparación con otros grupos etarios.
2. Personas con enfermedades crónicas
Quienes viven con diabetes, enfermedades cardiovasculares, asma, EPOC, enfermedad renal o trastornos metabólicos presentan mayor vulnerabilidad. Estas condiciones pueden agravarse durante una infección por influenza, aumentando el riesgo de complicaciones y una recuperación más lenta.
3. Personas con el sistema inmunológico debilitado
Pacientes con cáncer, VIH, enfermedades autoinmunes o que reciben tratamientos inmunosupresores tienen menos capacidad para combatir infecciones. La influenza H3N2 puede provocar cuadros más prolongados y severos en este grupo, incluso con sÃntomas iniciales leves.
4. Mujeres embarazadas
Durante el embarazo ocurren cambios inmunológicos y respiratorios. Esto incrementa el riesgo de complicaciones por influenza, tanto para la madre como para el bebé, especialmente en el segundo y tercer trimestre.
5. Niñas y niños pequeños
El sistema inmune infantil aún está en desarrollo. Los menores de cinco años, en especial los menores de dos, tienen mayor riesgo de complicaciones, como infecciones respiratorias bajas o deshidratación.
6. Personas no vacunadas
La ausencia de vacunación aumenta la susceptibilidad. Aunque la vacuna no siempre evita la infección, sà reduce la gravedad de los sÃntomas y el riesgo de complicaciones, algo especialmente relevante frente a cepas como H3N2.
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Reconocer a los grupos más vulnerables frente a la influenza H3N2 es fundamental para reforzar la prevención, la vacunación y la atención temprana. Cuidar a quienes tienen mayor riesgo y adoptar medidas de protección puede marcar una diferencia importante durante la temporada de influenza; hazlo por tu salud y la de quienes te rodean.
