En los últimos meses, el término supergripe ha comenzado a circular con mayor frecuencia en medios y conversaciones cotidianas. Aunque no es un nombre médico oficial, suele utilizarse para describir cuadros de influenza que se perciben como más intensos o prolongados.

En muchos casos, esta denominación se asocia al subtipo de influenza A H3N2, conocido por provocar síntomas más marcados en ciertas temporadas.

1. ¿Qué es la influenza A H3N2?

La influenza A H3N2 es uno de los subtipos del virus de la influenza estacional. Se caracteriza por su alta capacidad de transmisión y por generar síntomas respiratorios intensos, especialmente en adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas.

2. ¿Por qué se le llama supergripe?

El término surge de la percepción social, no de un cambio oficial en el virus. Se habla de supergripe cuando los síntomas son más fuertes, duran más días o generan mayor agotamiento, lo que puede hacer que las personas sientan que la enfermedad es más severa que otros cuadros gripales.

3. Síntomas más intensos y prolongados

La influenza H3N2 puede causar fiebre alta, dolor muscular intenso, tos persistente, dolor de garganta y fatiga marcada. En algunos casos, el cansancio puede extenderse incluso después de que los síntomas respiratorios han mejorado, lo que contribuye a la percepción de gravedad.

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4. Mayor impacto en grupos vulnerables

Este subtipo suele afectar con más fuerza a ciertos grupos. Adultos mayores, personas con sistemas inmunológicos debilitados o con enfermedades como diabetes o problemas cardiovasculares presentan mayor riesgo de complicaciones, como neumonía o deshidratación.

5. Importancia de la prevención y detección oportuna

Aunque se hable de supergripe, sigue siendo influenza estacional. La vacunación anual, el lavado frecuente de manos, la ventilación de espacios y acudir a valoración médica ante síntomas intensos son medidas clave, especialmente para reducir complicaciones.

La llamada supergripe H3N2 no es un virus nuevo, pero sí un subtipo que puede generar cuadros más intensos en determinadas temporadas. Comprender su origen, reconocer los síntomas y reforzar la prevención permite tomar decisiones informadas y proteger mejor la salud, tanto a nivel individual como colectivo.

 

Fuente: Centers for Disease Control and Prevention (CDC)