PREVENCIÓN DE ACCIDENTES

Las quemaduras no sólo ocurren al estar en contacto con llamas ardientes o por corrientes eléctricas. Éstas pueden ser el resultado de juegos inocentes con fósforos, el uso de calentadores en mal estado, permanecer muchas horas bajo el sol o, simplemente, accidentes en la cocina.

Existen tres principales tipos de quemaduras:

1. Por exposición a fuego no controlado.
2. Por contacto con líquidos calientes —como agua, bebidas o alimentos—.
3. Por exposición con materiales altamente inflamables.

Los síntomas de la quemadura varían de acuerdo al grado de las lesiones de la piel. Éstas son:

1. Quemadura de primer grado. Esta quemadura leve afecta sólo la capa externa de la piel —conocida como epidermis—. La quemadura de primer grado puede causar enrojecimiento y dolor.
2. Quemadura de segundo grado. Este tipo de quemadura afecta tanto la epidermis como la segunda capa de piel —llamada dermis—. La quemadura de segundo grado puede causar hinchazón y hacer que la piel se vea roja, blanca o manchada. Es posible que se formen ampollas y el dolor sea intenso.
3. Quemadura de tercer grado. Esta quemadura alcanza la capa de grasa que se encuentra debajo de la piel. Las zonas quemadas pueden quedar de color negro, marrón o blanco. Las quemaduras de tercer grado pueden destruir los nervios, lo que ocasiona entumecimiento.

Existen diversos factores de riesgo que pueden provocar una quemadura.

• Dejar cerillos, encendedores, fuegos artificiales y velas al alcance de los niños.
• Falta de supervisión de infantes en el área de cocina.
• Almacenamiento inadecuado de material inflamable.
• Fumar en interiores.
• Uso de ropa o cobijas altamente inflamables.
• Abuso de bebidas alcohólicas.
• Cocinar con leña o en fogones y a nivel del suelo.

Si bien cualquier persona puede estar en riesgo de sufrir un accidente que involucre quemaduras, los niños pequeños y los adultos mayores se encuentran más vulnerables. Es importante prestarles especial atención para prevenir lesiones.

Para reducir el riesgo de sufrir quemaduras en el hogar, toma en cuenta lo siguiente:

• Nunca descuides los alimentos que estás cocinando.
• Coloca las manijas de las ollas hacia la parte de atrás de la cocina.
• No cargues a un niño mientras estás cocinando.
• Mantén todos los líquidos calientes fuera del alcance de los niños y las mascotas.
• Aleja los electrodomésticos del agua.
• Controla la temperatura de los alimentos antes de servírselos a un niño.
• Nunca uses ropa suelta que podría prenderse fuego mientras cocinas.
• Si hay un niño en casa, impide su acceso a fuentes de calor, como estufas, parrillas para exteriores, chimeneas y calentadores portátiles.
• Desenchufa las planchas o los dispositivos similares cuando no estén en uso. Guárdalos fuera del alcance de los niños pequeños.
• Cubre los tomacorrientes que no utilices con tapas de seguridad.
• Si fumas, nunca lo hagas en la cama.
• Asegúrate de tener detectores de humo que funcionen correctamente en cada piso de tu casa. Contrólalos y cambia las baterías al menos una vez al año.
• Tener un extinguidor qué corresponda al tipo posible de fuego dependiendo de la habitación o área, y saber usarlo.
• Cuando uses productos químicos, utiliza gafas o ropa de protección.
• Mantén las sustancias químicas, los encendedores y los fósforos fuera del alcance de los niños. Utiliza pestillos de seguridad.
• Para evitar quemaduras, configura la temperatura del termostato del calentador de agua a menos de 120 °F (48.9 °C). Prueba el agua para el baño antes de sumergir a un niño.

Es importante que también tomes precauciones ante los riesgos de quemaduras fuera del hogar, especialmente si estás en sitios donde hay llamas, sustancias químicas o materiales sobrecalentados.

Antes de administrar primeros auxilios a una persona, es importante determinar qué tipo de quemadura tiene. Si no estás seguro, trátala como una quemadura mayor y llama al 911.

Ante una quemadura menor:

• Deja correr agua fría sobre la zona o sumérgela en agua fría.
• Mantén la zona en el agua durante al menos 10 a 15 minutos. Una toalla limpia, húmeda y fría también ayuda a reducir el dolor.
• Luego de lavar o remojar la quemadura en agua, cúbrela con un vendaje estéril y seco o con un apósito limpio.
• Protege la quemadura de presiones o fricciones.
• No retirar la ropa que pudiera quedar derretida, retirar en caso de ser posible anillos, cadenas o cualquier material que pueda seguir caliente o generar estrangulamiento por la hinchazón del tejido.
• Consulta a un profesional de la salud antes de tomar cualquier fármaco.
• No reventar ninguna ampolla.
• No colocar ningún remedio casero.

Muchas de las recomendaciones señaladas requieren un entrenamiento presencial para poder realizar de manera eficiente las destrezas, por lo que se les invita complementar este curso con uno presencial de primeros auxilios