En algún momento, todos hemos sufrido un accidente en nuestro hogar. Los aparatos eléctricos, la gran cantidad de medicamentos que se almacenan, los productos de limpieza, el calor de las cocinas o calefactores —incluso, factores que no pueden combatirse, como la edad— pueden causar accidentes que podrían poner en riesgo nuestro bienestar.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los grupos de la población más propensos a sufrir un accidente en el hogar son los niños, las amas de casa y los adultos mayores.

Factores de riesgo

Existen varias causas por las que ocurren accidentes y lesiones en el hogar. Algunas de ellas son: desconocimiento de los riesgos, inexperiencia, enfermedades, cansancio o estrés, falta de medidas de protección, ausencia de infraestructura de seguridad, ingesta de productos químicos, entre otros.

Los accidentes más comunes son:

  • Choque eléctrico. Los niños, particularmente los niños pequeños, experimentan choques eléctricos con más frecuencia, cuando muerden los cables eléctricos o insertan objetos metálicos en enchufes desprotegidos.
  • Caídas. Si bien cualquiera puede estar expuesto a sufrir una caída, los adultos mayores suelen enfrentar un mayor riesgo, debido a los cambios físicos, las enfermedades y, en ocasiones, los medicamentos utilizados.
  • Intoxicación con productos domésticos. Los productos de uso doméstico pueden contener ingredientes que dañan la salud. Las sustancias tóxicas en estos productos pueden causar daño si se inhalan, se ingieren o absorben a través de la piel. Las amas de casa y los niños suelen ser los más vulnerables.
  • Quemaduras. No todas las quemaduras ocurren debido a incendios. Los productos químicos domésticos, el agua hirviendo y los electrodomésticos también pueden causar quemaduras a cualquier miembro del hogar
  • Heridas o cortes. Una cortadura puede estar cerca de la superficie de la piel o afectar tejidos más profundos. De hecho, puede afectar tendones, músculos, ligamentos, nervios o el hueso. Todos los integrantes de la familia están expuestos a sufrir un accidente de este tipo si no se siguen medidas de precaución adecuadas.

Medidas de prevención

Existen varios pasos que puedes seguir para evitar lesiones accidentales en el hogar. Te compartimos algunos de ellos:

Choques eléctricos

  • Sigue las instrucciones de seguridad del fabricante al utilizar electrodomésticos.
  • Evita el uso de aparatos eléctricos mientras te estés bañando o estés mojado.
  • Mantén a los niños alejados de los dispositivos eléctricos, especialmente los que están conectados a una toma de corriente.
  • Mantén los cables eléctricos fuera del alcance de los niños.
  • Nunca toques aparatos eléctricos mientras estás en contacto con grifos o tuberías.
  • Enséñale a los niños sobre los peligros de la electricidad.
  • Utiliza protectores de seguridad para niños en todas las tomas de corriente.

Caídas

  • Comienza programando una cita con un profesional de la salud para evaluar los riesgos y analizar las estrategias de prevención de caídas, ya sea que se trate de ti o de algún ser querido.
  • Considera cambiar tu calzado como parte de tu plan de prevención de caídas. Si vives con un adulto mayor, haz lo mismo con su calzado.
  • Echa un vistazo a tu casa en busca de posibles riesgos de caída. Para hacer que tu hogar sea más seguro, haz lo siguiente:
    • Retira las cajas, los cables eléctricos y los cables telefónicos de los pasillos.
    • Retira las mesas, los estantes y las macetas con plantas de las áreas de gran circulación.
    • Asegura las alfombras sueltas con cinta adhesiva de doble cara, tachuelas o una base antideslizante —o retíralas de tu casa—.
    • Repara las tablas de madera sueltas y las alfombras.
    • Guarda la ropa y otros artículos necesarios al alcance de tu mano.
    • Limpia inmediatamente los líquidos, la grasa o los alimentos derramados.
    • Usa alfombras antideslizantes en la bañera o ducha.

Intoxicación por productos químicos domésticos

  • Mantén los productos en sus contenedores originales y úsalos como lo indica la etiqueta.
  • Almacena los productos químicos para el hogar en lugares donde los niños no puedan alcanzarlos. Cierra con llave o incorpora medidas a prueba de niños en los armarios y las áreas de almacenamiento si tienes niños en casa.
  • Nunca almacenes productos peligrosos en recipientes para alimentos.
  • Evita mezclar productos químicos peligrosos de uso doméstico o residuos con otros productos.
  • Limpia inmediatamente cualquier derrame de productos químicos.
  • Desecha correctamente los materiales peligrosos.

Quemaduras

  1. Coloca cubiertas en todos los enchufes eléctricos que un niño pueda alcanzar.
  2. Usa guantes u otra ropa protectora cuando manejes productos químicos.
  3. Usa calentadores de espacio con cuidado y mantenlos alejados de las cortinas, alfombras, ropa de cama, ropa y papel.
  4. Guarda los fósforos y encendedores en un armario cerrado, fuera del alcance de los niños.
  5. Nunca dejes velas desatendidas.
  6. Si fumas, no lo hagas en la cama. Los incendios causados por materiales para fumar son la principal causa de muerte en incendios domésticos.
  7. No permitas que los niños pequeños jueguen cerca de la estufa.
  8. Ajusta la temperatura del calentador de agua a no más de 120 grados Fahrenheit. El agua que está más caliente, puede causar quemaduras en 2 a 3 segundos.
  9. Prueba la temperatura del agua antes de que tú o tus hijos se metan en la bañera.
  10. Usa humidificadores o vaporizadores de agua fría. Si usas vaporizadores de vapor caliente, mantenlos fuera del alcance de los niños.

Heridas o cortes
Para prevenir cortes o heridas:

  • Mantén cuchillos, tijeras, objetos afilados, armas de fuego y objetos quebradizos fuera del alcance de los niños.
  • Cuando los niños tengan edad suficiente, enséñales a utilizar los cuchillos, las tijeras y otras herramientas con seguridad.
  • Verifica que tú y tus pequeños mantengan las vacunas al día. Generalmente, se recomienda aplicar la vacuna antitetánica cada 10 años.

✚ Primeros auxilios

En caso de un choque eléctrico:

  • Apaga de inmediato la corriente eléctrica.
  • Una vez que lo hayas hecho, revisa el pulso, la respiración, el color de la piel y el estado de alerta del niño o la persona afectada. Si no está respirando y no tiene pulso, comienza a dar RCP (respiración cardiopulmonar) de inmediato mientras alguien más solicita ayuda médica.
  • Mientras llega el servicio de emergencia, revisa si existen quemaduras.
  • Colócale un vendaje de gasa estéril para cubrir las quemaduras. No uses toallas ni mantas, porque las fibras sueltas pueden quedar pegadas en las quemaduras.

En caso de caídas:

  • Revisa las vías respiratorias y la respiración de la persona. De ser necesario, llama al 911.
  • Mantén a la persona inmóvil y calmada.
  • Examina con atención a la persona en busca de lesiones.
  • Si la piel presenta una herida, pide ayuda de emergencia inmediatamente.
  • En caso de ser necesario, inmoviliza el hueso roto con un cabestrillo o tablilla.
  • Aplica compresas de hielo para disminuir el dolor y la hinchazón. Elevar la extremidad también puede ayudar a disminuir la hinchazón.
  • No muevas a la persona si sospechas de una lesión en la cabeza, el cuello o la espalda.

En caso de intoxicación por productos domésticos:

  • Si tú o alguien en tu hogar tiene síntomas de intoxicación o ha estado expuesto a un producto químico de uso doméstico, llama al 911. Algunos síntomas de intoxicación son:
    • Dificultad para respirar.
    • Irritación de los ojos, la piel, la garganta o las vías respiratorias.
    • Cambios en el color de la piel.
    • Dolor de cabeza o visión borrosa.
    • Mareos, torpeza o falta de coordinación.
    • Calambres o diarrea.
  • Muévete en dirección contraria al viento y lejos de la residencia para evitar inhalar los humos tóxicos. Si alguien más en tu hogar se expuso a este tipo de químicos, ayúdale a moverse. Sigue cuidadosamente las instrucciones de primeros auxilios o del médico.
  • No administres nada por vía oral a menos que lo aconseje un profesional médico.

En caso de quemaduras:

  • Aparta la fuente de calor que ha causado la quemadura. Si hay mucho dolor, aparecen ampollas, la zona afectada tiene el aspecto de estar «carbonizada», o el tamaño de la quemadura es superior al de la palma de la mano, llama al 911. Mientras llega la ayuda de emergencia:
    • Enfría la quemadura vertiendo sobre la zona afectada un chorro suave de agua fría, durante 10 ó 15 minutos.
    • Asegúrate de que la persona que sufrió la quemadura esté respirando. En caso de ser necesario, comienza con RCP si sabes cómo hacerlo.
    • Cubre la quemadura, sin apretar, con una gasa o un paño limpio.
    • Si es posible, eleva la zona afectada por encima de la altura del corazón.

En caso de heridas o cortes:

  • Si la herida está sangrando profusamente, llama al 911.
  • Las heridas menores y las punciones se pueden tratar en casa. Proporcionar primeros auxilios de manera oportuna puede ayudar a prevenir una infección y, por tanto, acelerar la curación y reducir la cantidad de cicatrices. Sigue estos pasos:
    • Lávate las manos con jabón o un limpiador antibacteriano para prevenir una infección.
    • Luego, lava completamente la herida con agua y jabón suave.
    • Usa presión directa para detener el sangrado.
    • Aplica un ungüento antibacteriano y un vendaje limpio.

Fuentes:
Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos
NIH/ National Library of Medicine
Mayo Clinic
Cruz Roja Española
Ready.gob USA
American Academy of Family Physicians