La limpieza dental diaria es muy importante para tu salud, pues evita que la acumulación de bacterias dañe tu esmalte y se formen caries. También evita la acumulación de placa bacteriana y, con ello, la formación de sarro que puede dar lugar a la caída de tus dientes debido a enfermedades periodontales.

Cepillado de dientes

Cepillarse los dientes es una parte importante de tu rutina de cuidado dental. Para una boca y sonrisa saludables, la Asociación Dental Americana (ADA) te recomienda:

  • Cepíllate los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves. El tamaño y la forma de tu cepillo deben ajustarse a tu boca, lo que le permitirá llegar a todas las áreas con facilidad.
  • Reemplaza tu cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si las cerdas están deshilachadas. Un cepillo de dientes gastado no hará un buen trabajo de limpieza en tus dientes.
  • Asegúrate de usar una pasta de dientes con flúor aceptada por la ADA o la Asociación Dental Mexicana (ADM).

La técnica correcta de cepillado es la siguiente:

  • Coloca tu cepillo de dientes en un ángulo de 45 grados con respecto a las encías. Mueve suavemente el cepillo hacia adelante y hacia atrás en movimientos cortos (en todo el diente).
  • Cepilla las superficies externas, las superficies internas y las superficies de masticación de los dientes.
  • Para limpiar las superficies internas de los dientes frontales, inclina el cepillo verticalmente y realice varios movimientos hacia arriba y hacia abajo.

Por supuesto, cepillarse los dientes es sólo una parte de una rutina completa de cuidado dental. También debes asegurarte de usar hilo dental y enjuague bucal adecuadamente.

Uso de hilo dental

La limpieza con hilo dental previene la formación de caries interdentales y elimina la acumulación de placa bacteriana.

Lo ideal es limpiar entre los dientes diariamente una vez al día. Las bacterias que causan la caries dental aún permanecen entre los dientes donde las cerdas del cepillo dental no pueden llegar. Esto ayuda a eliminar la placa y las partículas de comida de entre los dientes y debajo de la línea de las encías.

¡Y no lo olvides, los niños también necesitan limpiarse entre los dientes! Los padres deben comenzar tan pronto como sus hijos les salgan dos dientes que estén uno al lado del otro. Debido a que la limpieza entre los dientes exige más destreza manual que la que tienen los niños pequeños, generalmente no podrán hacer un trabajo completo por su cuenta hasta los 10 u 11 años.

Ten en cuenta que la limpieza entre los dientes no debe ser dolorosa. Si la haces muy fuerte, podrías dañar el tejido entre tus dientes. Si eres demasiado gentil, es posible que no elimines completamente los restos de comida. Es normal sentir algo de incomodidad cuando comienzas por primera vez, pero no te rindas. Con el cepillado diario y la limpieza con hilo dental entre tus dientes, dicha incomodidad debería desaparecer después de una o dos semanas. Si tu dolor persiste, habla con tu dentista.

Uso de enjuague bucal

Un enjuague bucal no reemplaza una rutina regular de higiene oral, que implica el cepillado de dientes dos veces al día y el uso de hilo dental diario. La función principal de la mayoría de los enjuagues bucales es refrescar el aliento, aunque si sufres de mal aliento crónico grave (halitosis), habla con tu dentista sobre otras formas de abordar las causas del problema y controlar tu mal aliento.

Algunos tipos de enjuagues bucales, como los enjuagues con flúor, pueden ayudar a proteger tus dientes contra los ácidos producidos por las bacterias formadoras de placa si los usas después de cepillarte bien los dientes y usar hilo dental. Tu dentista puede recetarte un enjuague bucal específico si te estás recuperando de una infección por hongos o un problema de encías.

Uso de Irrigadores orales

El irrigador oral o dental es un aparato similar al que utilizan los dentistas en sus clínicas dentales y que limpia y elimina los restos de comida con suavidad y eficacia, particularmente en las zonas de difícil acceso. Combina agua con un poquito de presión, lo que lo hace más efectivo.

De esta forma, es posible lograr una limpieza más profunda, ya que el chorro de agua sobre los dientes y encías arrastra la placa bacteriana y estimula las encías. El chorro de agua llega a donde no puede hacerlo el cepillo dental, por lo que es una buena alternativa al hilo dental, principalmente si estás bajo algún tratamiento de ortodoncia.

No olvides que, además de todos estos cuidados de limpieza que te mencionamos, debes procurar comer una dieta balanceada que limite las bebidas azucaradas y los refrigerios.

Recuerda hablar con tu dentista sobre qué tipos de productos dentales serán más efectivos para ti. Busca el sello de la ADA o la ADM en pastas dentales con flúor, cepillos de dientes, hilo dental, irrigadores orales, enjuagues bucales y otros productos de higiene bucal.