El infarto cerebral, también llamado evento [o enfermedad] vascular cerebral (EVC) o “stroke” en inglés, es la sexta causa mayor de muerte en México (séptima en hombres y cuarta en mujeres). Cada año se registran aproximadamente 250 mil casos de dichos infartos cerebrales en nuestro país, pero afortunadamente existen tratamientos que en gran medida pueden reducir el daño que ocasionan a la salud. Sin embargo, lo más importante es la prevención y llevar un estilo de vida saludable.

 

Es importante poder identificar los síntomas y que la persona de inmediato vaya al hospital. Si la persona llega al hospital en las primeras tres horas después de haberle ocurrido un infarto cerebral, será posible evitar secuelas permanentes como la parálisis que éste puede causar.

 

El infarto cerebral hace que el flujo de sangre y oxígeno no llegue a las células del cerebro que controlan todo lo que realizamos: hablar, caminar, respirar, etc. La mayor parte de los eventos vasculares cerebrales ocurren cuando se forman coágulos que bloquean las arterias, o cuando la formación gradual de placa y los depósitos grasos tapan las arterias. Algunos infartos cerebrales ocurren cuando, en un punto débil, un vaso sanguíneo se rompe y derrama sangre en el tejido del cerebro.

La buena noticia es que hay medidas preventivas para evitar muchos de los infartos cerebrales. Con la orientación de ClikiSalud, sabrás cómo disminuir el riesgo de sufrir un evento vascular cerebral. Si sufriste un infarto cerebral, existen nuevos tratamientos que pueden ayudarte a detener el daño al cerebro y a que no haya parálisis, pero debes saber reconocer los síntomas más comunes de un EVC y asegurarte de que un médico te prescriba un tratamiento contra los síntomas.

 

Siempre recuerda: ¡Un infarto cerebral es una emergencia!