No existe una prueba definitiva para detectar la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, es probable que tu médico realice varias pruebas para brindar un diagnóstico, las cuales pueden ser mentales, físicas, neurológicas y estudios de imagen.
Tu médico puede comenzar con una prueba del estado mental. Esta le ayudará a evaluar tu memoria a corto plazo, tu memoria a largo plazo y tu orientación respecto a un lugar y tiempo.
Por ejemplo, puede preguntarte:
- Qué día es
- Quién es el presidente
- Recordar y repetir una breve lista de palabras
A continuación, es probable que te realicen un examen físico. Por ejemplo, pueden controlar tu presión arterial, evaluar tu frecuencia cardíaca y tomar tu temperatura. En algunos casos, pueden recolectar muestras de orina o sangre para analizarlas en un laboratorio.
Tu médico también puede realizar un examen neurológico para descartar otros posibles diagnósticos, como por ejemplo un problema médico agudo, ya sea una infección o un evento vascular cerebral. Durante este examen, revisarán tus reflejos, tu tono muscular y tu habla.
Tu médico también puede ordenar estudios de imágenes cerebrales, los cuales permiten crear imágenes de tu cerebro e incluyen:
- Imágenes por resonancia magnética (IRM). Las resonancias magnéticas pueden ayudar a detectar marcadores clave, como inflamación, sangrado y problemas estructurales.
- Tomografía computarizada (TC). Las tomografías computarizadas toman imágenes de rayos X que pueden ayudar a tu médico a buscar características anormales en tu cerebro.
- Tomografía por emisión de positrones (TEP). Las imágenes de tomografía por emisión de positrones pueden ayudar a tu médico a detectar la acumulación de placa amiloide. Recordemos que esta placa es una sustancia proteica relacionada con los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
Otras pruebas que puede realizar tu médico incluyen análisis de sangre para buscar genes que puedan indicar un mayor riesgo de Alzheimer.