Adaptado por Alzheimer’s Disease International (ADI), en colaboración con ClikiSalud – Fundación Carlos Slim
Basado en un artículo publicado en el Informe Mundial del Alzheimer 2022 de ADI
El cuidado de la demencia no se limita a los medicamentos. Hoy sabemos que existen diferentes intervenciones que pueden mejorar la calidad de vida, ayudando tanto a la persona con demencia como a quienes la acompañan. Estas intervenciones combinan tres pilares fundamentales: el cuerpo, la mente y la alimentación.
El ejercicio físico es una herramienta clave. Caminar, bailar, hacer ejercicios suaves de estiramiento o participar en actividades grupales puede mejorar el ánimo, mantener la movilidad y hasta ayudar a dormir mejor. No hace falta un entrenamiento intenso: lo importante es moverse de forma regular y disfrutar la actividad.
La estimulación cognitiva también es muy útil. Esto incluye actividades que ejercitan la mente, como juegos de mesa, aprender algo nuevo, leer, escribir o simplemente conversar sobre recuerdos y experiencias. Cuando se hacen en compañía de la familia o los amigos, además de ejercitar la memoria, fortalecen los lazos sociales y reducen la soledad.
La alimentación saludable completa el cuidado. Seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado y aceite de oliva, ayuda a proteger la salud del cerebro y del corazón. Pequeños cambios en los hábitos de comida pueden marcar una gran diferencia en el bienestar.
El Informe Mundial del Alzheimer 2022 de ADI subraya que la combinación de estas estrategias —ejercicio físico, estimulación cognitiva y buena nutrición— ofrece mayores beneficios que aplicarlas por separado. Son intervenciones sencillas, accesibles y adaptables a cada persona y a cada cultura.
Vivir con demencia no significa dejar de aprender, de moverse o de disfrutar una buena comida. Con el apoyo adecuado, es posible mantener una vida activa y con sentido en cada etapa de la enfermedad.