Es la tercera causa de ceguera en el mundo, siendo una enfermedad crónica y progresiva que aparece sin síntomas, generalmente hereditaria. Afecta al nervio óptico que conecta al ojo con el cerebro, comprometiendo la visión con riesgo de ceguera. Puede o no, presentar aumento en la presión del líquido intraocular. Afecta mayormente a las personas de más de 40 años.

¿Cómo aparece el glaucoma?

Muchas formas de glaucoma no presentan signos de advertencia. El efecto es tan gradual que es posible que no se identifiquen cambios en la vista hasta la etapa avanzada.
Dado que la consecuente pérdida de la vista no se puede revertir, es importante realizar exámenes oculares periódicos en poblaciones mayores de 60 años, para medir la presión ocular y realizar un diagnóstico en etapas iniciales. Si se detecta el glaucoma en una etapa temprana, la pérdida de la vista se puede retardar o prevenir.

Riesgo

La presión ocular elevada se debe a una acumulación de líquido (humor acuoso) que circula dentro del ojo. Por lo general, este líquido interno drena a través de un tejido (malla trabecular) del ángulo donde se juntan el iris y la córnea. Cuando se produce un exceso de líquido o el sistema de drenaje no funciona de manera correcta, el líquido se acumula y aumenta la presión ocular.

Diagnóstico

Hay dos tipos de glaucoma:

  • Glaucoma de ángulo abierto– Más común. El ángulo del drenaje permanece abierto, pero la malla trabecular se bloquea, aumentando la presión ocular. Esta presión daña el nervio óptico. Sucede tan lentamente que se puede perder la visión antes de crear consciencia del problema.
  • Glaucoma de ángulo cerrado– Urgencia médica. Ocurre cuando el iris bloquea el drenaje o por defecto aumenta la presión del líquido intraocular.

Glaucoma de tensión normal
El nervio óptico se daña a pesar de que la presión del ojo se encuentra dentro del rango normal. No se conoce la causa exacta. Posiblemente se deba a un nervio óptico sensible o sin el aporte sanguíneo requerido, por aterosclerosis, acúmulo de grasa en las arterias, u otras afecciones de la circulación.

El glaucoma en los niños
Puede ser congénito o presentarse durante los primeros años de vida afectando a bebés o niños. El daño del nervio óptico puede ser por obstrucción de drenajes o por un trastorno médico no diagnosticado.

Glaucoma pigmentario
Gránulos de pigmento del iris se acumulan en los canales de drenaje, ralentizando o bloqueando el líquido que sale del ojo. Algunas actividades (ejercicio brusco, trotar) remueven depósitos que obstaculizan el filtrado de líquido por la malla trabecular, con aumento de presión intraocular intermitente.

Glaucoma de ángulo abierto
Puntos ciegos irregulares en la visión lateral (periférica) o central, que ocurren con frecuencia en ambos ojos.

Síntomas

  • Visión de túnel en las etapas avanzadas
  • Glaucoma agudo de ángulo cerrado
  • Dolor de cabeza intenso
  • Dolor ocular
  • Náuseas y vómitos
  • Visión borrosa
  • Halos alrededor de las luces
  • Enrojecimiento de los ojos

Tratamiento

Si no se trata, el glaucoma causa ceguera a largo plazo. Incluso con tratamiento, aproximadamente el 15 % de las personas con glaucoma se quedan ciegas (al menos de un ojo) antes de 20 años.
Realizar examen ocular completo:

  • Cada 5 a 10 años- en menores de 40 años
  • Cada 2 a 4 años – personas entre 40 y 54 años
  • Cada 1 a 3 años- personas entre 55 y 64 años
  • Cada 1 a 2 años- en mayores de 65 años

Prevención

Para prevenir la pérdida de la visión o disminuir su avance se requiere:

  • Realizar exámenes con dilatación ocular
  • Identificar riesgos de herencia familiar.
  • Atender y controlar sintomatología de toda otra enfermedad
  • Hacer actividad física segura de forma regular y moderada
  • Utilizar gotas oftálmicas con la regularidad prescrita
  • Utilizar protección ocular ante riesgos laborales.