La salud ocular puede verse afectada por diversas enfermedades crónicas, especialmente aquellas que comprometen la circulación o el metabolismo. Mantener bajo control las enfermedades sistémicas es clave para preservar la visión a largo plazo.
1. Diabetes y sus efectos en los ojos
La diabetes es una de las principales causas de problemas visuales. Los niveles altos de glucosa en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos de la retina, originando la llamada retinopatía diabética. Esta condición puede avanzar sin síntomas evidentes hasta causar pérdida de visión irreversible. Un buen control del azúcar y revisiones oftalmológicas periódicas son fundamentales para prevenir complicaciones.
2. Hipertensión y salud ocular
La presión arterial elevada también puede afectar los ojos. La hipertensión puede dañar las arterias retinianas y reducir el flujo sanguíneo al nervio óptico, lo que incrementa el riesgo de retinopatía hipertensiva o incluso de pérdida súbita de visión. Adoptar una dieta baja en sodio, practicar ejercicio y evitar el tabaquismo contribuye a mantener una presión adecuada y proteger la vista.
3. Colesterol alto y otras enfermedades crónicassino
El exceso de colesterol y triglicéridos puede generar depósitos grasos en los vasos oculares, afectando la oxigenación y el funcionamiento de la retina. Además, enfermedades autoinmunes o renales también pueden causar inflamaciones o alteraciones visuales si no se controlan adecuadamente.
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Cuidar la visión comienza con atender la salud integral. Controlar las enfermedades crónicas, acudir a revisiones médicas regulares y adoptar hábitos saludables puede marcar la diferencia para conservar una buena vista a lo largo de la vida. ¡Tu salud visual lo merece!
Fuente: National Eye Institute (NEI)