La hepatitis tóxica es una inflamación del hígado que se presenta como reacción a ciertas sustancias a las que se está expuesto. La hepatitis tóxica puede ser causada por alcohol, productos químicos, sustancias adictivas o suplementos nutricionales.

En algunos casos, la hepatitis tóxica se desarrolla a las pocas horas o días de la exposición a una toxina. En otros casos, pueden pasar meses de uso regular antes de que aparezcan los signos y síntomas.

La sintomatología de la hepatitis tóxica suele desaparecer cuando cesa la exposición a la toxina. No obstante, esta afección puede dañar el hígado de forma permanente, provocando cicatrices irreversibles en el tejido hepático (cirrosis) y, en algunos casos, insuficiencia hepática, que puede poner en peligro la vida.

Síntomas
Las formas leves de hepatitis tóxica podrían no causar ningún síntoma y sólo pueden detectarse mediante análisis de sangre. Cuando se presentan signos y síntomas de hepatitis tóxica, estos pueden incluir:

  • Coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos (ictericia)
  • Picor
  • Dolor abdominal en la parte superior derecha del abdomen
  • Fatiga
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Erupción o sarpullido
  • Fiebre
  • Pérdida de peso
  • Orina oscura o de color té

Cuándo acudir al médico
Consulta a tu médico a la brevedad si muestras algún signo o síntoma que te preocupe.
Las sobredosis de algunos medicamentos, como el paracetamol, pueden provocar insuficiencia hepática. Debes recibir atención médica inmediata si crees que un adulto o un niño ha tomado una sobredosis de paracetamol. Los signos y síntomas de una posible sobredosis de este medicamento incluyen los siguientes:

  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor abdominal superior
  • Coma