1. ¿Qué es la infertilidad?

La infertilidad se define como la incapacidad que sufre una pareja para concebir tras un año de tener relaciones sexuales regulares sin el uso de algún método anticonceptivo. En parejas jóvenes, es importante evitar estudios con fines de diagnóstico y la angustia que implican si no se ha superado este periodo. En parejas con edades arriba de los 35 años, los estudios se sugieren después de un periodo de 6 meses.

Si quieres programar un embarazo es fundamental que tú y tu pareja tenga el deseo, la voluntad y el anhelo de procrear una familia. Esto implica que ambos cuiden su salud, evitando el abuso de fármacos, drogas, tabaco y alcohol. Evaluando su nivel de ansiedad o estrés y previniendo desórdenes alimenticios, por mencionar solo algunas de las variables que pueden obstaculizar su embarazo.

  • Causas

Si bien la capacidad de reproducción de los seres humanos se ha estudiado desde la antigüedad, durante siglos se desconocieron los factores que provocaban infertilidad en la pareja.

Los mayores avances en la comprensión del tema han ocurrido durante los últimos 50 años, debido a los adelantos científicos y tecnológicos en áreas como la anatomía, la bioquímica, la fisiología y la embriología.

Se ha reconocido, por ejemplo, el papel fundamental del sistema endócrino -las glándulas de secreción interna y su producción hormonal- en tejidos como el cerebro, la glándula tiroides, las glándulas suprarrenales, el páncreas, los adipocitos o células de grasa y las gónadas (ovarios- testículos); así como en la células germinales y la integridad de su principal receptor femenino: trompas, útero o matriz y vagina.

Ahora se sabe que las hormonas y sus receptores deben operar siempre en armonía y cualquier alteración en alguno de estos elementos o en varios de sus componentes, puede romper el equilibrio y generar una situación de infertilidad.

Para que los componentes cumplan su función en el proceso de fertilidad, es indispensable que también haya armonía entre los distintos órganos: hígado, corazón, pulmones, páncreas, paratiroides, aparato digestivo y el microbioma, que se refiere al número total de microorganismos y su material genético y se usa en contraposición al término microbiota, que es la población microbiana presente en los diferentes ecosistemas del cuerpo. El balance de todos estos elementos debe ser óptimo en el momento de tener relaciones sexuales, a fin de que, a través de los genitales internos y externos, alcances las condiciones propicias para que un embrión se hospede en el útero.

  1. Infertilidad en la mujer
  • Causas

Las principales causas que pueden originar infertilidad en la mujer son los trastornos en la ovulación, que impiden o limitan la producción de óvulos o gametos femeninos. Suelen ser de origen hormonal y dar lugar a una lesión conocida como ovarios poliquísticos, generada por la producción excesiva de testosterona, que es la hormona de origen masculino, y/o la prolactina, que es una hormona de origen cerebral, que puede interferir con la menstruación normal y producir secreción de leche por las glándulas mamarias sin que exista embarazo.

Otros factores que pueden limitar el proceso para obtener un óvulo fecundable son: cambios en la producción de hormonas tiroideas, tanto en exceso (hipertiroidismo), como en déficit (hipotiroidismo); la diabetes mellitus o algún trastorno de las glándulas suprarrenales; las anomalías genéticas, entre ellas las observadas durante la adolescencia, así como las que pueden conducir a una insuficiencia ovárica prematura, conocida como menopausia precoz. En estos casos se cuenta con medicamentos que pueden  resolver este tipo de problemas.

Otra causa a tomar en cuenta pueden ser las anomalías estructurales que se observan en el cuello de la matriz, en la forma y en la cavidad del útero y en los tumores que éste puede albergar, por lo regular benignos, conocidos comúnmente como miomas o fibromas.

También pueden deberse a algún daño o bloqueo de las trompas de Falopio como resultado de inflamaciones por infecciones o endometriosis, que ocurre cuando las células del revestimiento del útero, crecen en otras zonas del cuerpo. Esto puede causar dolor, sangrado abundante y sangrado entre periodos.

  • Tratamientos farmacológicos para la mujer

Los tratamientos farmacológicos en la mujer por lo general se orientan a corregir las fallas en la ovulación y a ayudar en la inducción del esperma. También se utilizan para solucionar problemas como anomalías hormonales derivadas de la glándula hipófisis que desembocan en tumores, prolactina elevada, anorexia nerviosa, bulimia, ansiedad, depresión, estrés y alteraciones en gonadotropinas, que son hormonas que se inyectan a la mujer para estimular de forma directa el crecimiento de óvulos en los ovarios, lo cual lleva a la ovulación.

Antes de someterte a algún tratamiento farmacológico contra la infertilidad, es necesario que tomes en cuenta los siguientes elementos:

 

 

  • diagnóstico preciso de la causa;
  • tu edad;
  • historial de embarazos;
  • tiempo que has tenido problemas asociados con la infertilidad;
  • hábitos alimenticios y su mejoramiento;
  • consumo de sustancias como alcohol, tabaco y cualquier tipo de droga, y su prevención;
  • estado de estrés y su eliminación o disminución considerable.

Las dificultades para ovular pueden deberse a deficiencias glandulares diversas que se corregirán en cuanto se cubran las carencias. Por otro lado, las alteraciones hormonales más comunes son los trastornos de la glándula hipófisis, propiciados por anomalías en la formación de hormonas que estimulan a los ovarios y que por ello, generan ciclos menstruales alterados, algo similar ocurre con las elevaciones de prolactina.

El tratamiento a utilizar, consiste en uso de fármacos y hormonas de aplicación prenteral, es decir que se administran por una vía distinta a la digestiva. Su tasa de éxito, definida como “bebé en casa”, es elevada.

  • Tratamientos quirúrgicos para la mujer

Los tratamientos con mayor beneficio para la mujer son los relacionados con la ovulación, mientras que las probabilidades de solución son menores en las mujeres con daño e las trompas de Falopio o las que padecen endometriosis severa.

La cirugía como tratamiento, por lo general se orienta a reparar las trompas de Falopio o a eliminar las causas del bloqueo, adherencias por imperfección o cirugías previas. Sin embargo, los resultados son pobres, además este tipo de cirugías puede generar embarazos ectópicos, es decir, los que se desarrollan fuera dela matriz, en las trompas o el abdomen.

Las cirugías orientadas a erradicar la endometriosis aumentan las posibilidades de embarazo. Algo similar podría esperarse de las cirugías para eliminar fibromas, cicatrices o pólipos con capacidad para inducir infertilidad.

  1. Infertilidad masculina
  • Causas

La causa principal que puede acarrear infertilidad en el hombre es la producción anormal de espermatozoides, que puede derivarse de problemas anatómico-estructurales de la gónada masculina, conocidos como varicocele o testículo no descendido.

También puede deberse a alteraciones genéticas o metabólicas como diabetes mellitus, infecciones virales como paperas o bacterianas.

Cambios en el flujo sanguíneo o temperatura con repercusiones en el número, motilidad y forma de los espermatozoides. Algo similar ocurre con la exposición a pesticidas u otros agentes químicos, el abuso de hormonas esteroides y el consumo de marihuana o cocaína.

El cáncer o la quimioterapia también pueden tener impacto nocivo sobre el zooperma y la gónada testicular. Asimismo, trastornos hormonales del hipotálamo, la hipófisis, la tiroides y las suprarrenales, pueden influir negativamente sobre la actividad espermática.

  • Tratamientos para el hombre

En entre el 30 y 40 por ciento de los casos, el hombre es la fuente única de infertilidad en la pareja; de éstos, en poco menos de la mitad se desconoce el factor que la desencadena.

Las lesiones más comunes en el hombre están relacionadas con la función testicular, y en el resto se pueden detectar cambios hormonales u obstáculos del flujo espermático. La falta de producción de espermas, conocida como azoopermia, es un problema que ocurre entre el 10 y el 15 por ciento de los hombres diagnosticados como infértiles. Esta ausencia también puede ser de origen hormonal o por un bloqueo del movimiento espermático.

En otros casos, se han detectado disminuciones en la cantidad de espermas respecto a sujetos normales, lo que se le conoce como oligospermia, la causa más común de la oligospermia es la vena testicular varicosa o varicocele.

Entre las condiciones que afectan la formación de esperma se encuentran principalmente:

  • defectos cromosómicos;
  • diabetes mellitus;
  • elevada producción de prolactina;
  • lesión testicular;
  • insensibilidad a las hormonas masculinas;
  • radiación;
  • reacciones a medicamentos;
  • inflamación testicular por virus, paperas, gonorrea o clamidia;
  • síndrome de Klinefelter, que consiste en una anomalía genética en la que falta la producción de hormonas masculinas;
  • Alteraciones de tiroides;
  • criptorquidia, que se presenta cuando un testículo no ha descendido a la bolsa escrotal;
  • varicocele, que se presenta con alguna lesión que provoca cambios en el flujo sanguíneo testicular y temperatura con efecto negativos en la producción espermática;

 

Entre las condiciones que pueden afectar el transporte de esperma, se encuentran:

  • Movilización neutra. Condición que dificulta la llegada de los espermas al ovocito y provoca que mueran en el trayecto. También existe la posibilidad de que el semen que los contiene sea muy espeso y disminuya sensiblemente su desplazamiento.
  • Bloqueo de los conductos testiculares. Debido a cirugías previas o vasectomía, dificulta la capacidad de transporte espermático del testículo al pene y puede ser causa de infertilidad en entre un diez y un veinte por ciento de los casos.
  • Fibrosis quística. Puede destruir los canales testiculares y provocar infertilidad.
  • Problemas de erección. Dificultan el coito, se conoce también como disfunción eréctil.
  • Eyaculación retrógrada. Cuando los espermas se trasladan a la vejiga en lugar de depositarse en el pene durante la relación sexual.

El tratamiento farmacológico es eficaz en la mayoría de los casos. Sin embargo, en algunos no se cuenta con ningún tipo de fármacos para prevenir la condición de infertilidad. En cuanto al tratamiento quirúrgico, los casos que responden bien a él son la criptorquidia y el varicocele.

 

Fuentes:

  • “¿Por qué no puedo embarazarme?”/ Dr. Rodrigo Ayala Yáñez  y Dr. Aquiles R. Ayala Ruiz/Ed. Mujeres Independientes en Acción/México 2015

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