Sé que estamos todos juntos en esto y deberíamos actuar como un solo mundo con un solo objetivo.

En el tema de la salud y el medio ambiente, no hay una voz más poderosa que la de quienes han de heredar este mundo y vivir con las consecuencias de lo que nosotros, los adultos, hagamos con él. Por ello en este segmento compartimos un fragmento del discurso de Severn Suzuki durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992.

La Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992 fue la primera de las Cumbres de la Tierra organizadas por la ONU, como resultado, se realizó la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en la cual se define el concepto de desarrollo sustentable. Durante esta conferencia también se adoptó lo que se conoció como el Programa 21, en el cual se enumeraron una serie de acciones para la aplicación de los principios contenidos en la declaración. Este programa todavía es referencia para la aplicación del desarrollo sustentable en muchos sitios del planeta. Además, el informe sobre la Conferencia de Río subrayó por vez primera el papel que juegan en el desarrollo sostenible las mujeres, los jóvenes y los niños, los pueblos indígenas, las ONG’s, las autoridades locales, las empresas, las organizaciones sindicales, los investigadores y los agricultores.

En aquel entonces Suzuki, originaria de Canadá, era una niña de 12 años que acompañada por Vanessa Suttie, Morgan Geisler y Michelle Quigg, de su misma edad, asistieron al evento con sus propios medios y recursos. En aquella ocasión, las palabras de un grupo de niños silenciaron a los representantes de los países del mundo y se convirtieron en un poderoso reclamo:

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«Viniendo aquí no tengo intenciones secretas, estoy peleando por mi futuro. Perder mi futuro no es como perder unas elecciones, o algunos puntos en la bolsa de valores».

«Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones venideras. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos alrededor del mundo, cuyo llanto es ignorado. Estoy aquí para hablar de los incontables animales que están muriendo por todo el planeta porque no les queda a dónde ir».

«Tengo miedo de tomar el sol debido a los agujeros en la capa de ozono. Tengo miedo de respirar, porque no sé qué tipo de químicos hay en él. Solía ir a pescar con mi padre en Vacouver, mi hogar, hasta que hace unos años encontramos un pez lleno de tumores».

«Y ahora sabemos que animales y plantas se están extinguiendo, cada día, desapareciendo para siempre. Durante mi vida he soñado con ver manadas de animales salvajes, selvas y bosques tropicales repletos de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si todavía existirán para que mis hijos los vean».

«¿Tenían que preocuparse por esto cuando tenían mi edad? Todo esto está ocurriendo ante nuestros ojos, y aún seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que queramos y todas las soluciones».

«Soy solo una niña, y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta de que tampoco ustedes las tienen. No saben cómo arreglar los agujeros en la capa de ozono, no saben como devolver al salmón a aguas contaminadas, no saben cómo revivir los animales extintos, y no pueden recuperar los bosques que alguna vez crecieron en donde ahora es desierto. Si no saben cómo arreglarlo, por favor, paren de destruirlo».

«Aquí se encuentran delegados de gobierno, empresarios, organizadores, periodistas y políticos. Pero en realidad son madres y padres, hermanos y hermanas, tíos y tías, y todos ustedes son hijos de alguien. Solo soy una niña pero sé que somos parte de un familia de 5 mil millones de personas, de hecho, de una familia de 30 millones de especies; y fronteras y gobiernos nunca cambiarán eso».

«Solo soy una niña, pero sé que estamos todos juntos en esto y deberíamos actuar como un solo mundo con un solo objetivo». (Fragmento del discurso de Severn Suzuki, Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, 1992)

Severn actualmente es licenciada en Ecología y Biología Evolutiva, y continúa en su lucha como activista ambiental. En 1992, ella alertó a los representantes de los países sobre los riesgos que el planeta enfrenta; algunos avances han habido desde en la materia, sin embargo siempre serán mayores los retos y las asignaturas pendientes que como especie enfrentemos. Lo que aquella niña dijo hace hace dos décadas al mundo, es totalmente vigente hoy. Solamente trabajando juntos podremos enfrentar el deterioro ambiental y lograr un desarrollo sustentable.