La gasolina es una sustancia sintética que se utiliza principalmente para alimentar vehículos y otras máquinas con motor.

La exposición a la gasolina o a sus vapores en grandes cantidades o durante un período prolongado puede causar graves complicaciones de salud. Incluso una pequeña cantidad de gasolina puede ser mortal.

La gasolina es un líquido tóxico y extremadamente inflamable. A temperatura ambiente, suele ser incolora, de color marrón pálido o rosa pálido.

La gasolina está compuesta por compuestos llamados hidrocarburos, entre los que se incluyen alcanos, benceno, tolueno y xilenos.

Conoce más: Quema de combustibles y contaminación del aire, lo que debes saber

Ingresar incluso pequeñas cantidades de hidrocarburos al torrente sanguíneo puede reducir el funcionamiento del sistema nervioso central (SNC) y causar daños orgánicos.

La gasolina no solo es tóxica al ingerirla. También puedes sufrir daños en la piel, los ojos y los pulmones si entras en contacto con gasolina líquida o con sus vapores.

La combustión de gasolina libera varias sustancias químicas nocivas, una de las cuales es el monóxido de carbono. El monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que puede ser mortal si se inhala en altas concentraciones o durante un período prolongado.

Por tal razón, manejar un vehículo o utilizar máquinas o herramientas a gasolina en un espacio cerrado nunca es seguro. Toma las precaucione necesarias y acude con un médico a revisión si te expones de manera recurrente a esta sustancia.

 

Fuente: Medical News Today