Muchas bebidas populares con supuestos beneficios para la salud pueden aumentar el nivel de azúcar en sangre y el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Por ello, considera beberlas con moderación y como parte de una dieta saludable en general.
Una de estas son las bebidas energéticas, que pueden tener un alto contenido de azúcares añadidos como sacarosa, dextrosa o jarabe de maíz de alta fructosa, así como de edulcorantes artificiales (p. ej., sucralosa o aspartamo), además de cafeína.
Una bebida energética de 355 ml contiene alrededor de 38 gramos (g) de azúcar añadido.
Conoce más: ¿Por qué debes limitar el consumo de bebidas azucaradas?
Estas bebidas incrementan el nivel de azúcar en sangre y reducen la eficacia de la hormona insulina, cuya función es regular el azúcar sanguínea. También impiden que el cuerpo elimine la glucosa eficazmente.
Diversos estudios en animales han demostrado que el consumo regular de bebidas energéticas, ya sean regulares o sin azúcar, aumenta el riesgo de síndrome metabólico y de diabetes tipo 2.
Se esperan efectos similares en el nivel de azúcar en sangre, ya sea que se tome una bebida energética estándar o una bebida energética más concentrada. La combinación de cafeína y azúcar hace que el cuerpo se vuelva más resistente a la insulina.
Fuente: Very Well Health







