Si nos preguntamos cómo surgen los sentimientos, tendríamos primero que hablar de las emociones. Una emoción es una reacción inmediata que tenemos ante las situaciones placenteras o displacenteras que nos alerta para cubrir una necesidad utilizando los recursos que tiene a su alcance para poder satisfacerla, tienen una ubicación específica en el cuerpo y una duración determinada.

Cuando sucede un evento, se desencadenan una serie de reacciones fisiológicas que comienzan en el cerebro, éste produce reacciones bioquímicas que liberan diferentes neurotransmisores como: dopamina (neurotransmisor que favorece el movimiento, la memoria, atención, humor, aprendizaje, etc.), endorfinas (tienen un efecto analgésico, de placer y favorece la aparición de emociones), adrenalina y noradrenalina 

(las cuales aceleran la presión arterial y el ritmo cardíaco), oxitocina (hormona que despierta la necesidad de la unión con el otro) y testosterona (la cual activa el deseo sexual).

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Por ejemplo, ¿sabes qué pasa cuando tu pareja o persona que te gusta, te da un beso? Tu cuerpo reacciona y produce una sensación de placer, temblor, aceleración del ritmo cardíaco, enrojecimiento en la cara, cuando le ponemos nombre a esas emociones, podemos descubrir el sentimiento que presentamos en ese momento, puedes sentir alegría, enamoramiento, ternura, etcétera.

Se habla de sentimientos cuando la emoción es registrada en el cerebro y la persona es capaz de identificar la emoción específica que experimenta: alegría, pena, rabia, soledad, tristeza, vergüenza, etcétera.

Por ejemplo, algunas de las sensaciones implicadas en algunos sentimientos son:

Tristeza
    • Pesadez en el pecho
    • Tensión en el diafragma
    • Contracción en la garganta
    • Ojos llorosos
Excitación
    • Elevación del pecho
    • Temblor en el estómago
    • Hormigueo en brazos y piernas

El ser humano es más que la suma de sus partes, por lo que no debemos quitarle la importancia a las sensaciones corporales, ya que ellas son indicadores del estado interno de una persona, lo que nos va a permitir identificar nuestras emociones, para poder darles un significado, un sentido; descubriendo con ello nuestros sentimientos y por lo tanto, las necesidades asociadas a ellos, impulsándonos a revisar los recursos o medios con los que contamos para satisfacer dicha necesidad.

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