Muchas veces, cuando un niño con autismo convive con otros niños (en la escuela, la familia o el parque), pueden surgir preguntas como: “¿Por qué no habla?”, “¿Por qué se tapa los oídos?”, o “¿Por qué no juega con nosotros?”. Esas preguntas son una oportunidad para enseñar respeto y empatía desde pequeños.
Aquí te damos algunas ideas para explicar el autismo a otros niños de forma sencilla y respetuosa:
- Usa palabras simples. Puedes decir: “Mi hijo tiene una forma distinta de entender el mundo. A veces le cuesta hablar o jugar como tú, pero eso no significa que no quiera estar con ustedes”.
- Enfócate en lo que sí puede hacer. “Le gusta mucho correr”, “sabe muchas cosas sobre los trenes”, o “le encanta construir con bloques”.
- Fomenta la empatía, no la lástima. Los niños pueden entender muy bien si les dices: “A veces necesita un poco más de ayuda o más tiempo, igual que cuando tú estás aprendiendo algo nuevo”.
- Invítalos a incluir. Ayúdalos a ver que pueden jugar juntos, aunque sea de manera diferente. Un saludo, una sonrisa o sentarse a su lado ya es una forma de acercarse.
Hablar del autismo con otros niños desde el respeto y la naturalidad ayuda a crear espacios más incluyentes, donde todos se sienten aceptados tal y como son.