El cáncer de mama es una de las principales causas de mortalidad en mujeres a nivel mundial, pero la detección temprana y los hábitos de vida saludables pueden marcar una gran diferencia en su prevención. Conocer los factores de riesgo permite tomar decisiones informadas y adoptar medidas que favorezcan la salud mamaria a lo largo de la vida.
Factores de riesgo a considerar
Existen ciertos factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de mama. La edad, los antecedentes familiares, las mutaciones genéticas (como BRCA1 y BRCA2), y los tratamientos hormonales prolongados son algunos de los más relevantes. Además, el sobrepeso, el consumo de alcohol y el sedentarismo también se asocian con un mayor riesgo.
Aunque algunos factores no pueden modificarse, como la genética o la edad, es posible reducir la vulnerabilidad mediante hábitos saludables y revisiones periódicas.
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Hábitos que contribuyen a la prevención
- Mantén una alimentación equilibrada.
- Realiza actividad física de forma regular.
- Evita el consumo excesivo de alcohol.
Incluir en la dieta frutas, verduras, legumbres y alimentos ricos en antioxidantes también contribuye a proteger las células del daño oxidativo.
Asimismo, la autoexploración mamaria mensual y los chequeos médicos anuales son esenciales para detectar cambios tempranos. La mastografía sigue siendo una herramienta clave para la detección oportuna, especialmente en mujeres mayores de 40 años o con antecedentes familiares.
Adoptar una vida saludable es una poderosa forma de prevención. Cuidar el cuerpo, escuchar las señales y acudir a revisiones médicas regulares puede salvar vidas. ¡Hazlo por tu bienestar y por quienes te rodean!
Fuente: National Cancer Institute