Es la sustitución de un órgano o tejido enfermo sin posibilidad de recuperación por otro que funcione adecuadamente.
Los órganos que se pueden trasplantar son: riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino.
Los tejidos que se pueden trasplantar son: córneas, piel, huesos y válvulas cardíacas. También se pueden realizar trasplantes de cara, brazos, manos y piernas.
¿CÓMO ES EL PROCESO DE UN TRASPLANTE?
Se realizan varias pruebas médicas al donador y posibles receptores, seleccionando a un receptor que sea compatible con el donador. Posteriormente se extrae el órgano mediante un procedimiento quirúrgico y se prepara al receptor para la cirugía. Finalmente, se realiza la implantación del órgano donado.
En el caso de los donadores fallecidos, el órgano se preserva para mantenerlo en condiciones adecuadas y se prepara para ser trasladado al hospital donde se encuentra el receptor.
¿QUÉ DEBO HACER SI NECESITO UN TRASPLANTE?
Sólo un médico puede determinar la necesidad de un trasplante. Los profesionales de la salud que te estén tratando serán los encargados de realizar todas las pruebas necesarias, a fin de saber si eres o no candidato para un trasplante.
Si eres candidato, el profesional de la salud encargado del programa te registrará de forma gratuita en una base de datos (Registro Nacional de Trasplantes) y expedirá una constancia de inscripción con todos tus datos.
Para más información consulta la página del Centro Nacional de Trasplantes: https://www.gob.mx/cenatra
¿EN QUÉ INSTITUCIONES SE REALIZAN TRASPLANTES?
En México se realizan trasplantes principalmente de córnea, riñón, hígado, corazón, médula ósea, válvulas cardíacas y hueso.
Los trasplantes se realizan en diversas instituciones del país, como Institutos Nacionales de Salud, Hospitales de especialidad, IMSS, ISSSTE y algunos hospitales privados. Para obtener información puntual de acuerdo al tipo de trasplante que una persona requiera y lugar de residencia, acude con tu médico y consulta la página del Centro Nacional de Trasplantes: https://www.gob.mx/cenatra
CUIDADOS POSTRASPLANTE
Una vez que te hayan trasplantado, debes llevar una vida saludable. Para ello, es fundamental que sigas una serie de normas básicas, a fin de que te reincorpores lo más pronto posible a tu vida normal.
Durante los primeros seis meses después de la cirugía, estas normas o cuidados —que van desde la higiene, la alimentación, hasta la actividad física— son determinantes para que el resultado a largo plazo sea exitoso.
Cuidados generales
Debes controlar tu presión arterial, tu temperatura y peso.
Si presentas fiebre, y/o presión arterial elevada debes ponerte en contacto con tu médico de consulta postrasplante (nefrólogo o gastroenterólogo), ya que le dará seguimiento a tu caso.
Medidas de aislamiento protector
Los expertos señalan que en el primer semestre existe un mayor riesgo de infección y rechazo al nuevo órgano. En esta etapa, la inmunosupresión se encuentra en su máximo nivel, por lo que debes tomar las siguientes precauciones:
- Incorporarte de forma progresiva a la vida social (recibir visitas o salir a lugares con gente).
- Evitar los sitios cerrados, con humo o muchas personas. Si esto no es posible, siempre debes ponerte cubrebocas como protección durante las primeras semanas.
- El cubrebocas también debes utilizarlo en caso de que alguna persona cercana tenga una enfermedad contagiosa, como gripe, varicela, tuberculosis, etc.
- Debes reiniciar el esquema de vacunas una vez terminados los seis meses posteriores al trasplante.
Dieta
La alimentación postrasplante debe ser sana y equilibrada. Es recomendable que comas sin sal o añadas muy poca.
Evita el sobrepeso cuidando tu alimentación. Los corticoides recetados para impedir el rechazo aumentan el apetito y favorecen el incremento de peso, particularmente en el caso de un trasplante de riñón, resulta perjudicial para el órgano y aumenta el riesgo cardiovascular. Debes pesarte con frecuencia para controlar tu evolución.
Bebe abundantes líquidos, especialmente agua, evitando el agua no potable, la leche y los derivados que no estén regulados bajo las normas sanitarias, dígase agua de pozos y fuentes no potables. Antes de consumir frutas y verduras, asegúrate de lavarlas con agua y desinfectarlas.
Siempre debes lavarte las manos antes y después de manipular los alimentos, y NO debes consumir bebidas alcohólicas.
Hábitos de vida
Para conseguir una correcta reinserción familiar y social ante el nuevo panorama, debes recuperar tu autoestima y volver a tu vida laboral en un tiempo prudente, ya que también forma parte de tu rehabilitación global.
Higiene personal:
Báñate a diario y realiza tu lavado bucal después de cada comida, usando pasta de dientes que posea flúor. No compartas tus artículos personales (cepillo dental, peines, toallas, cubiertos, guantes de cocina o esponjas). Respecto a tus uñas, debes evitar tenerlas largas y nunca cortar la cutícula.
Actividad física:
Es recomendable que hagas ejercicio físico ligero al comienzo (caminata diaria de 1 hora). Posteriormente, puedes ir aumentando la intensidad de la actividad física (natación, bicicleta). Es importante que protejas la zona del injerto de posibles golpes mientras realizas algún deporte o juego. Finalmente, evita a toda costa hábitos nocivos como el tabaco y alcohol.
Convivencia social:
No permanezcas en lugares públicos cerrados y con mucha afluencia de gente durante al menos los 2 primeros meses después del trasplante, ni tampoco te expongas al sol. Si debes hacer esto último, aplica protector solar con el FPS más alto.
Medicamentos
En general, debes llevar de forma adecuada tu tratamiento, particularmente la medicación antirrechazo (inmunosupresores), pues de ella depende la vida y correcto funcionamiento de tu órgano. Las principales recomendaciones incluyen:
- Recuerda tomar tus medicamentos inmunosupresores, y tómalos en los horarios recomendados. Es aconsejable que uses la alarma del reloj o del celular.
- En caso de no tomar una dosis, tómala inmediatamente en cuanto te percates de la situación.
- Al acudir con otros especialistas, siempre infórmales que eres trasplantado.
- Si el médico de cabecera u otro experto receta un medicamento nuevo, infórmale al médico especialista de consulta postrasplante en cuestión.
- Es posible que desarrolles efectos secundarios por la medicación, pero nunca debes cambiar la dosis a criterio personal sin consultar previamente al médico especialista (nefrólogo, gastroenterólogo, cardiólogo, etc.).
- Debes hacerte los estudios y análisis de laboratorio cuando se te pidan, y siempre debes acudir a tus citas médicas.