El agua limpia es vital para la supervivencia, mientras que el agua contaminada puede ser perjudicial para la salud humana, así lo indica el portal Medline Plus, parte de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Por ello y para ayudar a proteger tu suministro de agua, el sitio web brinda los siguientes consejos:

  1. No viertas productos químicos domésticos (como limpiadores, productos de belleza y medicinas) en el desagüe.
  2. Lleva las pinturas, limpiadores y productos químicos a un sitio de recolección de residuos peligrosos.
  3. Desecha la grasa (grasas de carne, manteca, aceite de cocina, mantequilla, margarina, etc.) y los productos de higiene personal en un basurero, no en el lavabo ni en el inodoro.

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RECUERDA: Muchos contaminantes distintos pueden dañar nuestros ríos, arroyos, lagos y océanos. Los tres más comunes son el suelo, los nutrientes y las bacterias. La lluvia erosiona el suelo y lo convierte en arroyos y ríos. De esta forma, el suelo puede matar pequeños animales y huevos de peces. Asimismo, puede obstruir las branquias de los peces y bloquear la luz, causando la muerte de diversas plantas.

Los nutrientes, a menudo de los fertilizantes, causan problemas en los lagos, estanques y embalses (depósito de agua que se forma de manera artificial). El nitrógeno y el fósforo hacen crecer algas que pueden tornar el agua de color verde. Las bacterias, a menudo de derrames de aguas residuales, pueden contaminar el agua dulce o salada.

De ahí la importancia de seguir estos consejos, pues contribuyen no solo a mejorar tu suministro, sino también a cuidar nuestros cuerpos de agua en todo el mundo.

 

Vía: Health Day News / Medline Plus