probioticos.2Una reciente investigación realizada por la Universidad del Sur de Florida ha demostrado que añadir probióticos a la dieta de un bebé durante el primer mes de vida podría reducir el riesgo de que padezcan diabetes tipo 1, sobre todo aquellos que están genéticamente predispuestos a contraer la enfermedad.

Ulla Uusitalo, líder de la investigación y profesora asociada del departamento de epidemiología pediátrica de la Universidad del Sur de Florida, explicó que «la exposición temprana a los probióticos en los primeros 27 días se asocia con un riesgo más bajo de diabetes tipo 1 entre los que tienen el riesgo genético más alto de diabetes tipo 1”. Asimismo, añadió que complementar con probióticos a una edad más tardía en la infancia no ofreció el mismo beneficio.

La muestra final del estudio incluyó a casi 7 mil 500 niños de 4 a 10 años de edad. Para su elaboración, se tomaron muestras sanguíneas cada tres meses entre los 3 y los 48 meses de edad para detectar señales de diabetes tipo 1; después se tomaron muestras cada seis meses.

Por otra parte, los padres completaron cuestionarios y diarios sobre la alimentación para detallar la dieta de los bebés y el uso de complementos probióticos entre el nacimiento y los tres meses de edad. Las madres también dieron información sobre sus dietas durante el embarazo.

Uusitalo explicó que los bebés recibieron probióticos con la fórmula infantil o mediante el uso de un complemento dietario líquido. Los investigadores encontraron que el uso de probióticos en los primeros 27 días se asocia con una reducción del 60% en las probabilidades de diabetes tipo 1 en los niños con el riesgo más alto de contraer la enfermedad; esos niños portan el genotipo llamado DR3/4, detalla el estudio. La investigación también arrojó que los niños sin esa genética no se beneficiaron de los probióticos en los primeros días y ninguno (con y sin gen) pareció beneficiarse de un uso posterior.

George Weinstock, del Laboratorio Jackson de Medicina Genómica en Farmington, Connecticut, dijo que «fue sorprendente que el beneficio solo se observara cuando los probióticos se administraron en los primeros 27 días de vida”. Weinstock añadió que «quizá esto sea un tratamiento seguro y asequible para los bebés en riesgo de diabetes tipo 1. Requiere confirmación y más estudios, pero en este momento es alentador».

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune. Se presenta cuando el sistema inmunitario del cuerpo destruye por error a las células que producen insulina en el páncreas. Eso deja a las personas sin suficiente insulina para satisfacer las necesidades del cuerpo. No está claro qué provoca la diabetes tipo 1. Hay varios genes sospechosos, pero los expertos creen que un desencadenante ambiental también podría tener algo que ver. Un desencadenante posible es un desequilibrio en las bacterias intestinales (el microbioma) que podría ayudar a provocar un ataque autoinmune, dijeron los investigadores.

Los probióticos son bacterias vivas que se cree ayudan a mantener un sistema digestivo saludable. «En general, los probióticos se consideran seguros», dijo Uusitalo y comentó que «no hay informes de ningún resultado adverso con los probióticos en niños sanos».

 

Vía: Health Library