Extraer y almacenar leche materna permite mantener la lactancia incluso cuando la madre no puede estar presente. Ya sea por trabajo, estudio o descanso, existen métodos seguros y prácticos para conservar la leche sin perder sus beneficios. Conocer las opciones adecuadas y seguir buenas prácticas es clave para proteger la salud del bebé.
1. Métodos para extraer la leche
Hay varias formas de extraer leche materna, y la elección depende de las necesidades y preferencias de cada madre:
- Extracción manual: Es útil para pequeñas cantidades o para aliviar la congestión. Se requiere aprender la técnica correcta para evitar molestias.
- Extractor manual: Económico, portátil y silencioso. Ideal para uso ocasional.
- Extractor eléctrico: Recomendado para uso frecuente o extracción exclusiva. Existen modelos simples o dobles, que permiten extraer de ambos pechos al mismo tiempo y ahorrar tiempo.
En todos los casos, es fundamental lavar bien las manos antes de iniciar y esterilizar las piezas del extractor después de cada uso.
2. Recomendaciones para el almacenamiento
Una vez extraída, la leche debe guardarse en recipientes limpios, preferentemente de vidrio o bolsas especiales para leche materna. No se deben llenar por completo, ya que la leche se expande al congelarse.
Estas son las pautas generales para su conservación:
- A temperatura ambiente (hasta 25 °C): hasta 4 horas.
- En refrigerador (4 °C o menos): hasta 4 días.
- En congelador (–18 °C o menos): hasta 6 meses (idealmente usar antes de 3 meses).
Etiquetar cada envase con la fecha de extracción es importante para utilizar primero la leche más antigua.
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3. Cómo calentar y usar la leche almacenada
La leche materna se puede calentar colocando el recipiente en agua tibia o bajo el chorro de agua caliente. No se recomienda usar microondas, ya que puede calentar de forma desigual y dañar los nutrientes.
Una vez que la leche ha sido descongelada, debe usarse en las siguientes 24 horas y no puede volver a congelarse. Si el bebé no termina la toma, lo ideal es desechar el sobrante.
Extraer y almacenar leche materna es una herramienta útil para continuar la lactancia en distintas circunstancias. Con las técnicas adecuadas, es posible mantener una nutrición segura y eficaz para el bebé.
Fuente: Mayo Clinic