SÃ, amamantar después de una cesárea es completamente posible y recomendable. Aunque este tipo de parto puede presentar ciertos retos al inicio, con el apoyo adecuado y algunas adaptaciones, la lactancia puede establecerse de forma exitosa y brindar todos sus beneficios tanto para el bebé como para la madre.
1. Iniciar lo antes posible
A pesar de que la recuperación tras la cesárea puede ser más lenta, el contacto piel con piel en la primera hora tras el nacimiento sigue siendo ideal. Este contacto ayuda a estimular la producción de leche y favorece el instinto de succión del recién nacido. Si la madre está en recuperación, el personal médico puede ayudar a facilitar este momento.
2. Elegir posturas cómodas
Tras una cesárea, algunas posiciones para amamantar pueden ser incómodas por la incisión abdominal. Por eso, se recomienda la posición de crianza biológica (semiacostada), de balón de fútbol americano o acostada de lado, ya que reducen la presión sobre el abdomen y permiten descansar mientras se amamanta.
3. Manejar el dolor de forma segura
El dolor posoperatorio puede dificultar la lactancia, pero existen medicamentos compatibles con la lactancia que pueden aliviarlo sin afectar al bebé. Es importante hablar con el equipo médico para ajustar el tratamiento según cada caso.
4. Ser paciente con la bajada de leche
En algunos casos, la leche puede tardar un poco más en llegar después de una cesárea, especialmente si fue una cirugÃa de emergencia. Sin embargo, el calostro sigue estando presente y es suficiente para las primeras horas. La succión frecuente del bebé es clave para estimular la producción de leche madura.
5. Buscar apoyo emocional y fÃsico
La recuperación de una cesárea puede generar cansancio, dolor y emociones intensas. Contar con una red de apoyo, asesorÃa en lactancia y acompañamiento profesional puede hacer una gran diferencia en la experiencia de amamantar después de este tipo de parto.
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Amamantar tras una cesárea puede requerir más tiempo y adaptación, pero es completamente viable y profundamente beneficioso. Cada cuerpo y cada experiencia son distintos, y lo importante es encontrar lo que mejor funciona para madre e hijo.
Fuente: Lactancia.org