Para una persona generalmente sana, los niveles de azúcar en la sangre comienzan a elevarse a los pocos minutos de comer, alcanzando su punto máximo aproximadamente 60 minutos después. Posteriormente, el cuerpo trabaja para reducir estos niveles, volviendo al punto de partida aproximadamente dentro de dos o tres horas después de una comida. Dicho proceso podría tardar más después de una comida abundante, sobre todo si es rica en carbohidratos refinados o azúcares añadidos.

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Cabe mencionar que si tienes resistencia a la insulina, prediabetes o diabetes, tu cuerpo podría no procesar el azúcar de manera tan eficiente. Esto puede resultar en niveles elevados de azúcar en sangre durante períodos prolongados, es decir, que pueden durar varias horas o más. Para algunas personas con diabetes, podría tardar todavía más en normalizarse su azúcar sanguínea, dependiendo de factores como el tipo y la cantidad de alimentos consumidos, los medicamentos y otras consideraciones de salud.

 

Fuente: Very Well Health