El arco de las cejas, las pestañas, los párpados y las lágrimas forman parte de un sistema de seguridad diseñado para proteger los ojos de lesiones. Sin embargo, no es un sistema perfecto. Partículas, objetos y líquidos pueden entrar en el ojo y permanecer ahí a menos que se enjuague.
También puedes enjuagarte los ojos si los sientes irritados o secos. Tales síntomas pueden deberse a alergias a la contaminación o al humo.
La forma de enjuagarse el ojo depende de lo que haya entrado en él. Si un líquido químico, como un limpiador doméstico, te salpica en el ojo, el primer paso debe ser revisar la etiqueta para seguir las instrucciones de seguridad. Usualmente, se te indicará enjuagarte el ojo con agua tibia.
Si la etiqueta no está disponible, enjuágate el ojo con agua durante unos 15 minutos. Después, busque atención médica de inmediato. También puedes comunicarte con una línea directa de control de intoxicaciones para obtener más información, pero hazlo después de enjuagarte el ojo.
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Si observas una partícula de arena, suciedad u otra sustancia diminuta suspendida sobre el párpado inferior o las pestañas, puedes intentar eliminarla sin enjuague, utilizando un pañuelo limpio y nuevo. Asegúrate de tener las manos limpias primero y no intentes hacerlo si la partícula está en el ojo.
A continuación te dejamos un procedimiento estándar para enjuagar tu ojo o el de otra persona:
Primero, asegúrate de tener las manos limpias lavándolas bien con agua tibia y jabón. Después, quítate los lentes de contacto si usas alguno.
Enjuaga tu ojo u ojos durante un máximo de 15 minutos con agua tibia, deteniéndote cada pocos minutos para comprobar si se han enjuagado por completo. Existen varias maneras de hacerlo:
- Párate en la regadera y deja que el agua tibia (no caliente) caiga en cascada sobre tu frente y dentro del ojo, a baja presión. No inclines la cabeza hacia atrás e intente mantener los ojos abiertos durante largos periodos de tiempo mientras se enjuagan.
- Inclínate sobre el lavabo y abre el grifo. Mantén la zona de los ojos bajo el chorro de agua mientras inclinas la cabeza hacia un lado para que el agua tibia fluya hacia el ojo.
- Inclínate sobre un lavabo. Usa una jarra o vaso de agua tibia para verterla lentamente en el ojo o los ojos, con la cabeza inclinada hacia un lado. No inclines la cabeza hacia atrás.
- Llena una olla con agua y sumerge la cara mientras parpadeas.
- Si estás ayudando a un niño a enjuagarse el ojo, mantén el párpado suavemente abierto mientras el agua lo enjuaga. Guarda la calma para que el niño también la mantenga.
Fuente: Healthline