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HepatitisHepatitis

¿Qué es la hepatitis?

La hepatitis se refiere a una condición inflamatoria del hígado que puede causar varios problemas de salud y puede ser mortal. Generalmente, es el resultado de una infección viral, pero existen otras posibles causas. Estas incluyen a la hepatitis autoinmune y a la hepatitis que se presenta como resultado secundario del uso de medicamentos, fármacos, toxinas y alcohol. La hepatitis autoinmune es una enfermedad que tiene lugar cuando el cuerpo produce anticuerpos contra el tejido hepático.

Existen cinco cepas o clasificaciones virales principales de la hepatitis: A, B, C, D y E. Un virus distinto es responsable de cada tipo de hepatitis viral.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 300 millones de personas viven actualmente con hepatitis B y C crónica en todo el mundo.

Síntomas

La hepatitis se refiere a una condición inflamatoria del hígado que puede causar varios problemas de salud y en algunos casos, incluso puede ser mortal. Generalmente, es el resultado de una infección viral, pero existen otras posibles causas. Éstas incluyen a la hepatitis autoinmune y a la hepatitis que se presenta como resultado del uso de medicamentos, toxinas, productos naturistas, herbolarios y alcohol. La hepatitis autoinmune, por ejemplo, es una enfermedad que tiene lugar cuando el cuerpo produce anticuerpos contra el tejido hepático, lo cual causa inflamación.

Existen cinco tipos principales de hepatitis virales: A, B, C, D y E. Un virus distinto es responsable de cada tipo de hepatitis viral y también hay otros tipos de virus que pueden afectar al hígado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 300 millones de personas viven actualmente con hepatitis B y C crónica en todo el mundo.

La hepatitis de corta duración (aguda) a menudo no presenta síntomas perceptibles, por lo
que es posible que la persona afectada no se dé cuenta de que la tiene.

Si se desarrollan síntomas, estos pueden incluir:

  • Coloración amarillenta de los ojos y de la piel (ictericia)
  • Dolor muscular y articular
  • Temperatura elevada
  • Sentirse enfermo(a) y con sensación general de malestar
  • Sentirse inusualmente cansado(a) todo el tiempo (fatiga crónica)
  • Pérdida de apetito
  • Dolor abdominal
  • Orina oscura
  • Heces pálidas o de color gris
  • Picazón en la piel

Consulta a tu médico de cabecera si muestras algún síntoma persistente o problemático que creas que podría ser causado por hepatitis.

Es posible que la hepatitis prolongada (crónica) tampoco provoque síntomas obvios hasta que el hígado deje de funcionar correctamente (insuficiencia hepática), y es probable que
solo se detecte con los análisis de sangre.

Durante las últimas etapas puede causar ictericia, hinchazón de piernas, tobillos y abdomen así como confusión o desorientación y evacuaciones o vómito con sangre.


Fuentes:

Diagnóstico

Es fundamental comprender cuál es la causa de la hepatitis para poder tratarla
correctamente. Los médicos deben realizar una serie de pruebas para diagnosticar con
precisión dicha afección, las cuales incluyen:

Historial médico y examen físico
Para diagnosticar todas las formas de hepatitis, tu médico primero analizará tu historial para determinar los factores de riesgo que puedas tener.

Durante un examen físico, tu médico puede presionar suavemente tu abdomen para determinar si experimentas dolor o sensibilidad. Tu médico también puede comprobar si hay hinchazón del hígado y coloración amarilla en los ojos o la piel.

Pruebas de función hepática
Las pruebas de función hepática requieren muestras de sangre para determinar si el hígado funciona de manera eficiente.

Los resultados anormales de estas pruebas pueden ser el primer indicio de que existe un problema, sobre todo si no muestras ningún signo de enfermedad hepática en un examen físico. Tener niveles elevados de enzimas hepáticas pueden indicar que tu hígado sufrió estrés, daño o que no funciona correctamente.

Otros análisis de sangre
Si tus pruebas de función hepática son anormales, es probable que tu médico solicite otros análisis de sangre para detectar el origen del problema.

Tales pruebas permiten determinar si tienes hepatitis infecciosa, ya que buscan la presencia de algún virus de la hepatitis o de anticuerpos que tu cuerpo produce para combatirlos.

Los médicos también pueden utilizar análisis de sangre para detectar cualquier signo de hepatitis autoinmune o de otras causas.

Biopsia hepática
En algunos casos, será necesario realizar una biopsia hepática para determinar la causa de la hepatitis, y para evaluar el grado de daño de tu hígado. Una biopsia de hígado es un procedimiento que consiste en tomar una muestra de tejido hepático.

Un profesional de la salud puede tomar esta muestra a través de la piel del abdomen con una aguja, lo que significa que no hay necesidad de una cirugía. Generalmente, utilizará un ultrasonido como guía durante este procedimiento.

Dicha prueba le permite al médico determinar cómo la infección o la inflamación ha afectado a tu hígado.

Ultrasonido
Un ultrasonido o ecografía abdominal utiliza ondas sonoras para crear una imagen de los órganos dentro de tu abdomen. Esta prueba le permite a tu médico observar de cerca tu hígado y los órganos cercanos, por lo que puede revelar lo siguiente:

  • Líquido en tu abdomen
  • Daño o agrandamiento del hígado
  • Tumores hepáticos
  • Anomalías de tu vesícula biliar

En ocasiones, el páncreas también aparece en las imágenes de ultrasonido. Cabe mencionar que esta puede ser una prueba útil para determinar la causa de la función hepática anormal.


Fuentes:

Transmisión
y Causas

Transmisión
En ocasiones, el páncreas también aparece en las imágenes de ultrasonido. Cabe mencionar que esta puede ser una prueba útil para determinar la causa de la función hepática anormal.

La hepatitis B, la hepatitis C y la hepatitis D se transmiten a través del contacto con la sangre de alguien que tiene la enfermedad. La hepatitis B y D también se puede transmitir por contacto con otros fluidos corporales. Esto puede suceder de muchas formas, como al compartir agujas para usar sustancias adictivas o al tener relaciones sexuales.

Causas

Tomando como base el tipo de hepatitis y la vía común de transmisión, a continuación les
mencionamos las causas que dan lugar a los distintos tipos de hepatitis virales:

  • Hepatitis A – Exposición al virus de la hepatitis A (VHA) en alimentos o agua.
  • Hepatitis B – Contacto con el virus de la hepatitis B (VHB) en fluidos corporales, como sangre u otros.
  • Hepatitis C – Contacto con el virus de la hepatitis C (VHC) en fluidos corporales, como sangre u otros.
  • Hepatitis D – Contacto con sangre que contiene virus de la hepatitis (VHD).
  • Hepatitis E – Exposición al virus de la hepatitis E (VHE) en los alimentos o el agua.

Asimismo, algunas de las causas de las hepatitis no virales incluyen:

  • Hepatitis alcohólica – Causada por beber cantidades excesivas de alcohol.
  • Hepatitis autoinmune – Es una causa poco común de hepatitis prolongada en la que el sistema inmunológico ataca y daña el hígado. Con el tiempo, el hígado puede dañarse tanto que deja de funcionar correctamente.

Fuentes:

Prevención

Vacunación
Hoy en día, existen vacunas seguras y eficaces disponibles para prevenir la infección causada por el virus de la hepatitis B. Tales vacunas también previenen el desarrollo de la hepatitis D y, si se aplican en el momento del parto, reducen el riesgo de transmisión de la madre al niño en un porcentaje elevado.

Sumado a ello, existe una vacuna que previene infecciones por hepatitis E, aunque en la actualidad no está ampliamente disponible.

El virus de la hepatitis C puede provocar enfermedad aguda y crónica. Hasta el momento, no existen vacunas para la hepatitis C.

Finalmente, existe una vacuna disponible para prevenir la hepatitis A. La mayoría de las infecciones con dicho virus son leves, y la mayor parte de las personas se recuperan a plenitud, además de que desarrollan inmunidad contra futuras infecciones. No obstante, aunque es poco común, estas infecciones pueden ser graves y poner en peligro la vida, debido al riesgo de insuficiencia hepática.

Los expertos recomiendan la vacuna contra la hepatitis B para todos los recién nacidos. Los médicos suelen administrar la serie de tres vacunas durante los primeros 6 meses de la infancia. Asimismo, recomiendan la vacuna para todo el personal médico y sanitario.

Asimismo, también existe la vacuna contra la hepatitis A.

Reducir la exposición
También es fundamental reducir la exposición. Los virus de la hepatitis pueden transmitirse de persona a persona mediante el contacto con fluidos corporales, agua y alimentos que contienen agentes infecciosos. Minimizar el riesgo de contacto con estas sustancias puede ayudar a prevenir el contagio de los virus de la hepatitis.

Practicar una higiene eficaz permite evitar contraer hepatitis A y E. Los virus causantes de estas afecciones pueden estar presentes en el agua. Si viajas a un país donde existe una alta prevalencia de hepatitis, debes evitar:

  • Agua local
  • Hielo
  • Mariscos y ostras crudos o poco cocidos
  • Frutas y verduras crudas

Los virus de la hepatitis B, C y D pueden transmitirse a través del contacto con fluidos corporales que contienen estos agentes infecciosos.

Puedes reducir el riesgo de entrar en contacto con fluidos que contienen estos virus al:

  • No compartir agujas
  • No compartir navajas de afeitar
  • Evitar la realización de tatuajes y/o perforaciones sin las medidas de seguridad e higiene necesarias
  • No usar el cepillo de dientes de otra persona
  • No tocar la sangre derramada
  • La hepatitis B y C se puede transmitir a través del contacto sexual. El uso de métodos preventivos durante esta actividad puede ayudar a disminuir el riesgo de infección.

Fuentes:

Tratamiento


Las opciones de tratamiento varían según el tipo de hepatitis que tengas y si la infección es aguda o crónica.

Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad de corta duración y es posible que no requiera tratamiento, aunque hay algunos casos en los que puede convertirse en un cuadro grave, especialmente en adultos. Sin embargo, si los síntomas causan mucha incomodidad, suele recomendarse el reposo en cama. Asimismo, si experimentas vómito o diarrea, tu médico puede darte recomendaciones generales para mantener una adecuada hidratación y nutrición.

Hepatitis B
No existe un programa de tratamiento específico para la hepatitis B aguda, la necesidad de tratamiento dependerá del grado de gravedad y evaluación médica, si padeces hepatitis B crónica, muy probablemente necesitarás medicamentos antivirales. Esta forma de tratamiento puede ser costosa, ya que quizás debas continuar con ella durante varios meses o años.

El tratamiento de la hepatitis B crónica también requiere evaluaciones y seguimiento médicos periódicos para determinar si el virus está respondiendo al tratamiento.

Hepatitis C
Los medicamentos antivirales son útiles para tratar las formas aguda y crónica de hepatitis C.

Generalmente, las personas que desarrollan hepatitis C crónica deben utilizar medicamentos antivirales que son altamente efectivos y que prácticamente no tienen efectos adversos. También es posible que requieran más pruebas para determinar la mejor forma de tratamiento.

Las personas que desarrollan cirrosis o enfermedad hepática debido a la hepatitis C crónica pueden ser candidatas para un trasplante de hígado en caso de que aparezcan complicaciones asociadas.

Hepatitis D
La OMS incluye el interferón pegilado alfa como tratamiento para la hepatitis D. No obstante, este medicamento puede tener efectos secundarios graves. Como resultado, no se recomienda para personas con daño hepático por cirrosis, personas con condiciones psiquiátricas y personas con enfermedades autoinmunes.

Hepatitis E
En la actualidad, no existen terapias médicas específicas disponibles para tratar la hepatitis E. Debido a que la infección suele ser aguda, generalmente se resuelve por sí sola.

Usualmente, los médicos recomiendan a las personas con esta infección que descansen lo suficiente, beban muchos líquidos, obtengan suficientes nutrientes y eviten el consumo de alcohol. Sin embargo, las mujeres embarazadas que desarrollan la infección deben estar bajo una estrecha vigilancia y atención.

Hepatitis autoinmune
Los corticosteroides, como la prednisona o la budesonida, son extremadamente importantes en el tratamiento temprano de la hepatitis autoinmune. Son eficaces en alrededor del 80 por ciento de las personas con la afección.

La azatioprina, un fármaco que inhibe el sistema inmunológico, también puede formar parte de los programas de tratamiento. Las personas pueden utilizarlo con o sin esteroides.

Otros medicamentos inmunosupresores como el micofenolato, tacrolimus y tacrolimus también pueden utilizarse. Es fundamental tener apego a las indicaciones médicas.


Fuentes:

Preguntas
frecuentes

  1. ¿Qué es la hepatitis?
  2. La hepatitis es la inflamación del hígado debida a virus u otras causas.

  1. ¿Qué hace el hígado?

El hígado es un órgano responsable de producir proteínas importantes que tu cuerpo necesita. Éste funciona como un filtro, eliminando las toxinas del cuerpo, y forma parte del sistema inmunológico. El hígado también desempeña un papel en la producción de sustancias químicas involucradas en la digestión y en la producción de sangre sana.

  1. ¿Dónde se encuentra el hígado?

El hígado se encuentra en el lado derecho del abdomen, debajo de las costillas. Es aproximadamente del tamaño de una pelota de fútbol.

  1. ¿Cómo se contrae el virus de la hepatitis A (VHA)?

El VHA se transmite a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados con materia fecal o heces infectadas por el VHA (incluso en cantidades pequeñas), por contacto cercano con una persona infectada por el VHA, por contacto sexual con una persona infectada por el VHA o por ingestión o contacto con objetos contaminados.

  1. ¿Cómo se contrae el virus de la hepatitis C (VHC)?

El VHC se transmite cuando la sangre de alguien que tiene VHC ingresa al torrente sanguíneo de otra persona. Esto puede ocurrir al compartir agujas, otros equipos de inyección u objetos punzocortantes contaminados, entre otros mecanismos.

  1. ¿Qué tan común es la hepatitis viral?

Es difícil determinar el número de infecciones por hepatitis viral. Los sistemas de vigilancia para detectarla no están implementados adecuadamente y muchas personas infectadas no presentan síntomas, no han sido diagnosticadas o no saben que están infectadas.

  1. ¿Cuál es la diferencia entre VHA, VHB y VHC?

El VHA, el VHB y el VHC son causados por tres virus distintos. Tienen diferentes vías de transmisión. El efecto sobre el cuerpo y el hígado varía según el virus. Las personas que contraen VHA generalmente mejoran sin medicamentos específicos y no desarrollan una infección hepática persistente. El VHB y el VHC pueden progresar hasta convertirse en una infección persistente o crónica que provoca daño hepático que puede evolucionar a cirrosis.

  1. ¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?

No todas las personas mostrarán síntomas de hepatitis viral. Las personas que contraen el VHA pueden experimentar síntomas como fiebre, fatiga, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y coloración amarillenta de la piel y/o el área blanca de los ojos. Dichos síntomas también pueden presentarse cuando alguien contrae el VHB. Si alguien contrae el VHC, es posible que no experimente ninguna sintomatología. En la fase crónica del VHB y el VHC, la mayoría de las personas no presentan síntomas. En etapas posteriores, las personas pueden desarrollar hinchazón en las piernas y el abdomen, problemas de sangrado y fatiga.

La enfermedad por VHB y VHC puede progresar incluso sin síntomas.

  1. ¿Cómo se puede prevenir la hepatitis viral?

Hay vacunas seguras y eficaces disponibles para prevenir el VHA y el VHB. Actualmente, no existe ninguna vacuna disponible para prevenir el VHC. Una de las mejores maneras de prevenir la infección por VHC es abstenerse de inyectarse sustancias adictivas, no compartir objetos punzocortantes y evitar contacto sexual de riesgo.

  1. ¿Se puede tratar la hepatitis viral?

Las personas que contraen VHA suelen mejorar sin medicamentos específicos. Existen medicamentos disponibles para tratar la hepatitis B crónica, los cuales permiten controlar el virus, prevenir y retrasar el daño hepático y disminuir la posibilidad de desarrollar cáncer de hígado. También hay tratamiento disponible para el VHC que puede conducir a la erradicación o cura del virus, lo cual es beneficioso.

  1. ¿Cuánto tiempo después de estar expuesto(a) al VHC debes hacerte las pruebas?

Si estuviste expuesto(a) al VHC, debes hacerte un análisis de sangre de referencia a la brevedad. Después, debes hacerte nuevamente el análisis al cabo de 6 meses, ya que puede pasar dicho período antes de que aparezcan anticuerpos.

  1. ¿Quiénes deben hacerse la prueba de la hepatitis C?

Personas que hayan consumido sustancias inyectables no recetadas por un médico, aunque solo haya sido una vez.

  • Personas que hayan consumido sustancias inyectables no recetadas por un médico, o que hayan compartido jeringas aunque solo haya sido una vez.
  • Personas que recibieron una transfusión de sangre antes de 1992.
  • Personas que recibieron un trasplante de órganos antes de 1992.
  • Personas que hayan recibido hemodiálisis de larga duración.
  • Personas que recibieron tratamiento por problemas de coagulación con un producto sanguíneo antes de 1987 (personas con hemofilia).
  • Personas que presentan signos y síntomas de enfermedad hepática (por ejemplo, pruebas de enzimas hepáticas anormales).
  • Trabajadores de la salud que estuvieron expuestos de forma accidental a la sangre (por ejemplo, piquetes con agujas o salpicaduras en los ojos).
  • Niños nacidos de mujeres seropositivas al virus de la hepatitis C.
  1. ¿Cómo pueden las personas infectadas de hepatitis C evitar que otras se contagien?

Las personas con hepatitis C no deben donar sangre, órganos ni tejidos. No deben compartir objetos personales que puedan contener sangre, como cuchillas de afeitar, cepillos de dientes, aparatos dentales o equipos para el cuidado de las uñas. También deben cubrir llagas en la piel y cualquier cortada que tengan.

  1. ¿Me puedo contagiar de hepatitis C viviendo en la misma casa?

Es algo muy infrecuente, si el VHC se contagia dentro de un hogar, podría ser mediante el contacto directo con sangre infectada. Algunos ejemplos incluyen compartir máquinas de afeitar o cepillos de dientes.

  1. ¿Puedo contraer hepatitis C si me hago un tatuaje?

Sí existe el riesgo de transmisión del virus por la presencia del virus en la tinta y en agujas, pero si una empresa sigue los procedimientos de seguridad universales, como el uso de agujas y tinta estériles, el riesgo de transmisión es muy bajo.


Fuentes:

La hepatitis se refiere a una condición inflamatoria del hígado que puede causar varios problemas de salud y en algunos casos, incluso puede ser mortal. Generalmente, es el resultado de una infección viral, pero existen otras posibles causas. Éstas incluyen a la hepatitis autoinmune y a la hepatitis que se presenta como resultado del uso de medicamentos, toxinas, productos naturistas, herbolarios y alcohol. La hepatitis autoinmune, por ejemplo, es una enfermedad que tiene lugar cuando el cuerpo produce anticuerpos contra el tejido hepático, lo cual causa inflamación.

Existen cinco tipos principales de hepatitis virales: A, B, C, D y E. Un virus distinto es responsable de cada tipo de hepatitis viral y también hay otros tipos de virus que pueden afectar al hígado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 300 millones de personas viven actualmente con hepatitis B y C crónica en todo el mundo.

La hepatitis de corta duración (aguda) a menudo no presenta síntomas perceptibles, por lo
que es posible que la persona afectada no se dé cuenta de que la tiene.

Si se desarrollan síntomas, estos pueden incluir:

  • Coloración amarillenta de los ojos y de la piel (ictericia)
  • Dolor muscular y articular
  • Temperatura elevada
  • Sentirse enfermo(a) y con sensación general de malestar
  • Sentirse inusualmente cansado(a) todo el tiempo (fatiga crónica)
  • Pérdida de apetito
  • Dolor abdominal
  • Orina oscura
  • Heces pálidas o de color gris
  • Picazón en la piel

Consulta a tu médico de cabecera si muestras algún síntoma persistente o problemático que creas que podría ser causado por hepatitis.

Es posible que la hepatitis prolongada (crónica) tampoco provoque síntomas obvios hasta que el hígado deje de funcionar correctamente (insuficiencia hepática), y es probable que
solo se detecte con los análisis de sangre.

Durante las últimas etapas puede causar ictericia, hinchazón de piernas, tobillos y abdomen así como confusión o desorientación y evacuaciones o vómito con sangre.


Fuentes:

Es fundamental comprender cuál es la causa de la hepatitis para poder tratarla
correctamente. Los médicos deben realizar una serie de pruebas para diagnosticar con
precisión dicha afección, las cuales incluyen:

Historial médico y examen físico
Para diagnosticar todas las formas de hepatitis, tu médico primero analizará tu historial para determinar los factores de riesgo que puedas tener.

Durante un examen físico, tu médico puede presionar suavemente tu abdomen para determinar si experimentas dolor o sensibilidad. Tu médico también puede comprobar si hay hinchazón del hígado y coloración amarilla en los ojos o la piel.

Pruebas de función hepática
Las pruebas de función hepática requieren muestras de sangre para determinar si el hígado funciona de manera eficiente.

Los resultados anormales de estas pruebas pueden ser el primer indicio de que existe un problema, sobre todo si no muestras ningún signo de enfermedad hepática en un examen físico. Tener niveles elevados de enzimas hepáticas pueden indicar que tu hígado sufrió estrés, daño o que no funciona correctamente.

Otros análisis de sangre
Si tus pruebas de función hepática son anormales, es probable que tu médico solicite otros análisis de sangre para detectar el origen del problema.

Tales pruebas permiten determinar si tienes hepatitis infecciosa, ya que buscan la presencia de algún virus de la hepatitis o de anticuerpos que tu cuerpo produce para combatirlos.

Los médicos también pueden utilizar análisis de sangre para detectar cualquier signo de hepatitis autoinmune o de otras causas.

Biopsia hepática
En algunos casos, será necesario realizar una biopsia hepática para determinar la causa de la hepatitis, y para evaluar el grado de daño de tu hígado. Una biopsia de hígado es un procedimiento que consiste en tomar una muestra de tejido hepático.

Un profesional de la salud puede tomar esta muestra a través de la piel del abdomen con una aguja, lo que significa que no hay necesidad de una cirugía. Generalmente, utilizará un ultrasonido como guía durante este procedimiento.

Dicha prueba le permite al médico determinar cómo la infección o la inflamación ha afectado a tu hígado.

Ultrasonido
Un ultrasonido o ecografía abdominal utiliza ondas sonoras para crear una imagen de los órganos dentro de tu abdomen. Esta prueba le permite a tu médico observar de cerca tu hígado y los órganos cercanos, por lo que puede revelar lo siguiente:

  • Líquido en tu abdomen
  • Daño o agrandamiento del hígado
  • Tumores hepáticos
  • Anomalías de tu vesícula biliar

En ocasiones, el páncreas también aparece en las imágenes de ultrasonido. Cabe mencionar que esta puede ser una prueba útil para determinar la causa de la función hepática anormal.


Fuentes:

Transmisión
En ocasiones, el páncreas también aparece en las imágenes de ultrasonido. Cabe mencionar que esta puede ser una prueba útil para determinar la causa de la función hepática anormal.

La hepatitis B, la hepatitis C y la hepatitis D se transmiten a través del contacto con la sangre de alguien que tiene la enfermedad. La hepatitis B y D también se puede transmitir por contacto con otros fluidos corporales. Esto puede suceder de muchas formas, como al compartir agujas para usar sustancias adictivas o al tener relaciones sexuales.

Causas

Tomando como base el tipo de hepatitis y la vía común de transmisión, a continuación les
mencionamos las causas que dan lugar a los distintos tipos de hepatitis virales:

  • Hepatitis A – Exposición al virus de la hepatitis A (VHA) en alimentos o agua.
  • Hepatitis B – Contacto con el virus de la hepatitis B (VHB) en fluidos corporales, como sangre u otros.
  • Hepatitis C – Contacto con el virus de la hepatitis C (VHC) en fluidos corporales, como sangre u otros.
  • Hepatitis D – Contacto con sangre que contiene virus de la hepatitis (VHD).
  • Hepatitis E – Exposición al virus de la hepatitis E (VHE) en los alimentos o el agua.

Asimismo, algunas de las causas de las hepatitis no virales incluyen:

  • Hepatitis alcohólica – Causada por beber cantidades excesivas de alcohol.
  • Hepatitis autoinmune – Es una causa poco común de hepatitis prolongada en la que el sistema inmunológico ataca y daña el hígado. Con el tiempo, el hígado puede dañarse tanto que deja de funcionar correctamente.

Fuentes:

Vacunación
Hoy en día, existen vacunas seguras y eficaces disponibles para prevenir la infección causada por el virus de la hepatitis B. Tales vacunas también previenen el desarrollo de la hepatitis D y, si se aplican en el momento del parto, reducen el riesgo de transmisión de la madre al niño en un porcentaje elevado.

Sumado a ello, existe una vacuna que previene infecciones por hepatitis E, aunque en la actualidad no está ampliamente disponible.

El virus de la hepatitis C puede provocar enfermedad aguda y crónica. Hasta el momento, no existen vacunas para la hepatitis C.

Finalmente, existe una vacuna disponible para prevenir la hepatitis A. La mayoría de las infecciones con dicho virus son leves, y la mayor parte de las personas se recuperan a plenitud, además de que desarrollan inmunidad contra futuras infecciones. No obstante, aunque es poco común, estas infecciones pueden ser graves y poner en peligro la vida, debido al riesgo de insuficiencia hepática.

Los expertos recomiendan la vacuna contra la hepatitis B para todos los recién nacidos. Los médicos suelen administrar la serie de tres vacunas durante los primeros 6 meses de la infancia. Asimismo, recomiendan la vacuna para todo el personal médico y sanitario.

Asimismo, también existe la vacuna contra la hepatitis A.

Reducir la exposición
También es fundamental reducir la exposición. Los virus de la hepatitis pueden transmitirse de persona a persona mediante el contacto con fluidos corporales, agua y alimentos que contienen agentes infecciosos. Minimizar el riesgo de contacto con estas sustancias puede ayudar a prevenir el contagio de los virus de la hepatitis.

Practicar una higiene eficaz permite evitar contraer hepatitis A y E. Los virus causantes de estas afecciones pueden estar presentes en el agua. Si viajas a un país donde existe una alta prevalencia de hepatitis, debes evitar:

  • Agua local
  • Hielo
  • Mariscos y ostras crudos o poco cocidos
  • Frutas y verduras crudas

Los virus de la hepatitis B, C y D pueden transmitirse a través del contacto con fluidos corporales que contienen estos agentes infecciosos.

Puedes reducir el riesgo de entrar en contacto con fluidos que contienen estos virus al:

  • No compartir agujas
  • No compartir navajas de afeitar
  • Evitar la realización de tatuajes y/o perforaciones sin las medidas de seguridad e higiene necesarias
  • No usar el cepillo de dientes de otra persona
  • No tocar la sangre derramada
  • La hepatitis B y C se puede transmitir a través del contacto sexual. El uso de métodos preventivos durante esta actividad puede ayudar a disminuir el riesgo de infección.

Fuentes:


Las opciones de tratamiento varían según el tipo de hepatitis que tengas y si la infección es aguda o crónica.

Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad de corta duración y es posible que no requiera tratamiento, aunque hay algunos casos en los que puede convertirse en un cuadro grave, especialmente en adultos. Sin embargo, si los síntomas causan mucha incomodidad, suele recomendarse el reposo en cama. Asimismo, si experimentas vómito o diarrea, tu médico puede darte recomendaciones generales para mantener una adecuada hidratación y nutrición.

Hepatitis B
No existe un programa de tratamiento específico para la hepatitis B aguda, la necesidad de tratamiento dependerá del grado de gravedad y evaluación médica, si padeces hepatitis B crónica, muy probablemente necesitarás medicamentos antivirales. Esta forma de tratamiento puede ser costosa, ya que quizás debas continuar con ella durante varios meses o años.

El tratamiento de la hepatitis B crónica también requiere evaluaciones y seguimiento médicos periódicos para determinar si el virus está respondiendo al tratamiento.

Hepatitis C
Los medicamentos antivirales son útiles para tratar las formas aguda y crónica de hepatitis C.

Generalmente, las personas que desarrollan hepatitis C crónica deben utilizar medicamentos antivirales que son altamente efectivos y que prácticamente no tienen efectos adversos. También es posible que requieran más pruebas para determinar la mejor forma de tratamiento.

Las personas que desarrollan cirrosis o enfermedad hepática debido a la hepatitis C crónica pueden ser candidatas para un trasplante de hígado en caso de que aparezcan complicaciones asociadas.

Hepatitis D
La OMS incluye el interferón pegilado alfa como tratamiento para la hepatitis D. No obstante, este medicamento puede tener efectos secundarios graves. Como resultado, no se recomienda para personas con daño hepático por cirrosis, personas con condiciones psiquiátricas y personas con enfermedades autoinmunes.

Hepatitis E
En la actualidad, no existen terapias médicas específicas disponibles para tratar la hepatitis E. Debido a que la infección suele ser aguda, generalmente se resuelve por sí sola.

Usualmente, los médicos recomiendan a las personas con esta infección que descansen lo suficiente, beban muchos líquidos, obtengan suficientes nutrientes y eviten el consumo de alcohol. Sin embargo, las mujeres embarazadas que desarrollan la infección deben estar bajo una estrecha vigilancia y atención.

Hepatitis autoinmune
Los corticosteroides, como la prednisona o la budesonida, son extremadamente importantes en el tratamiento temprano de la hepatitis autoinmune. Son eficaces en alrededor del 80 por ciento de las personas con la afección.

La azatioprina, un fármaco que inhibe el sistema inmunológico, también puede formar parte de los programas de tratamiento. Las personas pueden utilizarlo con o sin esteroides.

Otros medicamentos inmunosupresores como el micofenolato, tacrolimus y tacrolimus también pueden utilizarse. Es fundamental tener apego a las indicaciones médicas.


Fuentes:

  1. ¿Qué es la hepatitis?
  2. La hepatitis es la inflamación del hígado debida a virus u otras causas.

  1. ¿Qué hace el hígado?

El hígado es un órgano responsable de producir proteínas importantes que tu cuerpo necesita. Éste funciona como un filtro, eliminando las toxinas del cuerpo, y forma parte del sistema inmunológico. El hígado también desempeña un papel en la producción de sustancias químicas involucradas en la digestión y en la producción de sangre sana.

  1. ¿Dónde se encuentra el hígado?

El hígado se encuentra en el lado derecho del abdomen, debajo de las costillas. Es aproximadamente del tamaño de una pelota de fútbol.

  1. ¿Cómo se contrae el virus de la hepatitis A (VHA)?

El VHA se transmite a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados con materia fecal o heces infectadas por el VHA (incluso en cantidades pequeñas), por contacto cercano con una persona infectada por el VHA, por contacto sexual con una persona infectada por el VHA o por ingestión o contacto con objetos contaminados.

  1. ¿Cómo se contrae el virus de la hepatitis C (VHC)?

El VHC se transmite cuando la sangre de alguien que tiene VHC ingresa al torrente sanguíneo de otra persona. Esto puede ocurrir al compartir agujas, otros equipos de inyección u objetos punzocortantes contaminados, entre otros mecanismos.

  1. ¿Qué tan común es la hepatitis viral?

Es difícil determinar el número de infecciones por hepatitis viral. Los sistemas de vigilancia para detectarla no están implementados adecuadamente y muchas personas infectadas no presentan síntomas, no han sido diagnosticadas o no saben que están infectadas.

  1. ¿Cuál es la diferencia entre VHA, VHB y VHC?

El VHA, el VHB y el VHC son causados por tres virus distintos. Tienen diferentes vías de transmisión. El efecto sobre el cuerpo y el hígado varía según el virus. Las personas que contraen VHA generalmente mejoran sin medicamentos específicos y no desarrollan una infección hepática persistente. El VHB y el VHC pueden progresar hasta convertirse en una infección persistente o crónica que provoca daño hepático que puede evolucionar a cirrosis.

  1. ¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?

No todas las personas mostrarán síntomas de hepatitis viral. Las personas que contraen el VHA pueden experimentar síntomas como fiebre, fatiga, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y coloración amarillenta de la piel y/o el área blanca de los ojos. Dichos síntomas también pueden presentarse cuando alguien contrae el VHB. Si alguien contrae el VHC, es posible que no experimente ninguna sintomatología. En la fase crónica del VHB y el VHC, la mayoría de las personas no presentan síntomas. En etapas posteriores, las personas pueden desarrollar hinchazón en las piernas y el abdomen, problemas de sangrado y fatiga.

La enfermedad por VHB y VHC puede progresar incluso sin síntomas.

  1. ¿Cómo se puede prevenir la hepatitis viral?

Hay vacunas seguras y eficaces disponibles para prevenir el VHA y el VHB. Actualmente, no existe ninguna vacuna disponible para prevenir el VHC. Una de las mejores maneras de prevenir la infección por VHC es abstenerse de inyectarse sustancias adictivas, no compartir objetos punzocortantes y evitar contacto sexual de riesgo.

  1. ¿Se puede tratar la hepatitis viral?

Las personas que contraen VHA suelen mejorar sin medicamentos específicos. Existen medicamentos disponibles para tratar la hepatitis B crónica, los cuales permiten controlar el virus, prevenir y retrasar el daño hepático y disminuir la posibilidad de desarrollar cáncer de hígado. También hay tratamiento disponible para el VHC que puede conducir a la erradicación o cura del virus, lo cual es beneficioso.

  1. ¿Cuánto tiempo después de estar expuesto(a) al VHC debes hacerte las pruebas?

Si estuviste expuesto(a) al VHC, debes hacerte un análisis de sangre de referencia a la brevedad. Después, debes hacerte nuevamente el análisis al cabo de 6 meses, ya que puede pasar dicho período antes de que aparezcan anticuerpos.

  1. ¿Quiénes deben hacerse la prueba de la hepatitis C?

Personas que hayan consumido sustancias inyectables no recetadas por un médico, aunque solo haya sido una vez.

  • Personas que hayan consumido sustancias inyectables no recetadas por un médico, o que hayan compartido jeringas aunque solo haya sido una vez.
  • Personas que recibieron una transfusión de sangre antes de 1992.
  • Personas que recibieron un trasplante de órganos antes de 1992.
  • Personas que hayan recibido hemodiálisis de larga duración.
  • Personas que recibieron tratamiento por problemas de coagulación con un producto sanguíneo antes de 1987 (personas con hemofilia).
  • Personas que presentan signos y síntomas de enfermedad hepática (por ejemplo, pruebas de enzimas hepáticas anormales).
  • Trabajadores de la salud que estuvieron expuestos de forma accidental a la sangre (por ejemplo, piquetes con agujas o salpicaduras en los ojos).
  • Niños nacidos de mujeres seropositivas al virus de la hepatitis C.
  1. ¿Cómo pueden las personas infectadas de hepatitis C evitar que otras se contagien?

Las personas con hepatitis C no deben donar sangre, órganos ni tejidos. No deben compartir objetos personales que puedan contener sangre, como cuchillas de afeitar, cepillos de dientes, aparatos dentales o equipos para el cuidado de las uñas. También deben cubrir llagas en la piel y cualquier cortada que tengan.

  1. ¿Me puedo contagiar de hepatitis C viviendo en la misma casa?

Es algo muy infrecuente, si el VHC se contagia dentro de un hogar, podría ser mediante el contacto directo con sangre infectada. Algunos ejemplos incluyen compartir máquinas de afeitar o cepillos de dientes.

  1. ¿Puedo contraer hepatitis C si me hago un tatuaje?

Sí existe el riesgo de transmisión del virus por la presencia del virus en la tinta y en agujas, pero si una empresa sigue los procedimientos de seguridad universales, como el uso de agujas y tinta estériles, el riesgo de transmisión es muy bajo.


Fuentes: