Los síntomas del cáncer de esófago generalmente se vuelven obvios sólo cuando el cáncer está bastante avanzado. Dicho esto, en retrospectiva, muchas personas descubren que han tenido síntomas durante algún tiempo, pero se han adaptado inconscientemente a tales signos (al comer alimentos más blandos, por ejemplo).
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Las posibles señales de alerta incluyen las siguientes:
- Dificultad para tragar (disfagia): es el síntoma más común; suele comenzar con alimentos sólidos y eventualmente progresa hasta incluir líquidos. También puede aparecer dolor al tragar, así como una sensación de que la comida se pega al esófago.
- Pérdida de peso inexplicable (pérdida de peso sin intentarlo).
- Regurgitación de alimentos no digeridos.
- Acidez estomacal (ardor o presión detrás del esternón).
- Vómitos con sangre o expulsión de sangre vieja al defecar (heces negras).
- Tos persistente.
- Dolor de espalda entre los omóplatos.
- Ronquera o pérdida de la voz.
Debido a que algunos de estos síntomas pueden presentarse con el reflujo ácido, y a que el reflujo ácido es un factor de riesgo de cáncer de esófago, es fundamental que las personas estén al tanto no solo de los nuevos síntomas que experimentan, sino también de cualquier cambio en sus síntomas crónicos.
Fuente: Very Well Health