Las muelas de juicio retenidas ocurren cuando los terceros molares que se ubican en la parte posterior de la boca no tienen suficiente espacio para emerger o desarrollarse normalmente.
La mayorÃa de las personas tienen cuatro muelas de juicio, dos arriba y dos abajo. Sin embargo, cuando estas muelas están retenidas —es decir, no pueden emerger o desarrollarse normalmente— pueden desencadenar molestias considerables.
Conoce más: Dolor de muelas, ¿cuándo acudir con un médico?
¿Cuáles son las señales de alerta?
A menudo, las muelas de juicio retenidas no muestran sÃntomas evidentes, lo que dificulta su detección temprana. Pero, cuando deciden hacerse notar, las personas pueden sentir:
- Dolor en la mandÃbula.
- Hinchazón alrededor de la zona.
- EncÃas rojas, sensibles o sangrantes.
- Aliento desagradable.
La dificultad para abrir la boca también puede indicar complicaciones relacionadas con estas muelas.
¿Qué puedes hacer al respecto?
Si experimentas alguno de estos sÃntomas, es crucial buscar atención dental. Las muelas de juicio retenidas que causan malestar suelen requerir extracción para prevenir complicaciones mayores.Â
Sorprendentemente, incluso aquellas que no causan molestias pueden ser candidatas a extracción preventiva, dado que su difÃcil limpieza puede aumentar el riesgo de caries y enfermedades de las encÃas.
Recuerda que la clave para manejar estas muelas está en la prevención. Aunque no puedes evitar su retención, las visitas dentales regulares —cada seis meses— pueden ser tu mejor aliado.Â
No lo olvides, estar atento a los signos, mantener una rutina de cuidado dental regular y buscar asesoramiento profesional son pasos vitales para mantener la salud bucal en óptimas condiciones cuando se trata de estos terceros molares.
Si tienes dudas, acércate a un profesional de la salud dental. Los chequeos periódicos con radiografÃas dentales pueden detectar muelas de juicio retenidas antes de que causen estragos, permitiendo intervenciones más tempranas y menos invasivas.
Fuente: Mayo Clinic