La neuropatía diabética es un daño en los nervios asociado con la diabetes. Este padecimiento puede resultar en el daño de los nervios de los pies de una persona, en las piernas, los ojos y los nervios que controlan otras funciones corporales. La neuropatía puede causar serias complicaciones que incluyen úlceras, infecciones e incluso pérdida de extremidades.

La mejor forma de prevenir esta condición es monitorear y controlar los niveles de glucosa en la sangre. La Asociación Americana de Diabetes (ADA), sugiere que en adultos con diabetes los niveles de glucosa en ayuno pueden variar desde 70 a 130 mg/dL. Tu médico puede asesorarte sobre la periodicidad con la que debes medir tu glucosa y qué significan los niveles que obtuviste en cada tiempo de comida.

Debido a las graves complicaciones que se asocian con la neuropatía, es muy importante prevenirla. Los investigadores creen que el padecimiento podría estar causado por una combinación de factores que incluyen problemas metabólicos (por ejemplo niveles altos de glucosa en la sangre), daño en los vasos sanguíneos, factores autoinmunes y genética

Otros factores podrían incrementar los riesgos de desarrollar neuropatía diabética, entre ellos la edad avanzada, haber padecido diabetes por 25 años o más, padecer diabetes tipo 2, presión sanguínea alta, factores de estilo de vida (fumar y consumo de alcohol, por ejemplo), obesidad, falta de ejercicio, enfermedades vasculares periféricas y colesterol alto.

Cuando se ha desarrollado neuropatía diabética el paciente puede presentar uno o más de los siguientes síntomas:

  • Extremidades entumecidas.
  • Hormigueo y dolor en las extremidades.
  • Atrofia muscular en pies o manos.
  • Indigestión.
  • Náusea o vómito.
  • Mareos y desmayos.
  • Problemas en la micción.
  • Impotencia o sequedad vaginal.
  • Debilidad en brazos o piernas. Pie caído.
  • Debilidad en los músculos faciales.
  • Dificultad al tragar.
  • Calambres musculares.
  • Sensación duradera de saciedad después de comer y / o dolor abdominal.
  • Intolerancia al calor debido a la disminución de la capacidad de sudar normalmente.

Si se ha desarrollado neuropatía diabética se corre un mayor riesgo de desarrollar otro tipo de neuropatías, como síndrome del túnel carpiano (una afección del nervio de la muñeca que puede provocar entumecimiento, hormigueo, debilidad o daño muscular en la mano y los dedos).

Para diagnosticar la neuropatía diabética, el médico revisará la historia médica del paciente y los síntomas que presenta. También realizará algunos exámenes físicos, entre ellos:

  • Exámenes en el pie para valorar su sensibilidad.
  • Estudios de conducción nerviosa para determinar la actividad del nervio.
  • Electromiografía para medir como los músculos responden a las señales nerviosas.
  • Pruebas Sensoriales Cuantitativas. Uso de estímulos para buscar neuropatía.
  • Test cuantitativo del reflejo axónico sudomotor, el cual sirve para evaluar la respuesta nerviosa de las glándulas sudoríparas.
  • Exámenes de frecuencia cardíaca para determinar cómo responde el corazón a los cambios.
  • Ultrasonido para visualizar los órganos internos
  • Biopsia, extrayendo una muestra de nervio o tejido de la piel para su examen.

Para tratar este padecimiento se debe platicar con el doctor para determinar cuál es el idóneo para cada persona. Las opciones incluyen:

Control de glucosa en la sangre. Es muy importante monitorear los niveles de glucosa en la sangre de manera regular. Éstos pueden mantenerse en rangos adecuados con dieta, ejercicio y medicinas.

Cuidado de los pies. Si se tiene neuropatía diabética se requiere de tener especial cuidado con los pies. Los nervios de los pies son afectados especialmente por la afección. Estos cuidados incluyen visitas regulares a un especialista y una limpieza meticulosa, inspección e hidratación. Adicionalmente, siempre se deben utilizar zapatos que le queden bien y calcetines suaves, sin costuras para ayudar a proteger sus pies de lesiones.

Otros tratamientos pueden depender de los síntomas. Las medicinas pueden usarse para aliviar el dolor, el ardor, el hormigueo, mareo, debilidad o el entumecimiento, también pueden ser útiles para tratar la disfunción eréctil. Para la resequedad vaginal se recomienda el uso de lubricantes. Otra opción es la conocida como estimulación subcutánea con señales eléctricas a los nervios, la cual puede ser recomendada por su médico.