La mayoría de las personas que sufren una depresión logra mejorar con el tratamiento adecuado. Al igual que con otros problemas de salud, entre más pronto se acuda al médico para tener un diagnóstico, más efectivos resultarán los procedimientos para tratar el padecimiento y mejores serán los resultados obtenidos. Recuerda que sólo un especialista puede decirte exactamente lo que tienes; con su ayuda, la de tus amigos y familiares estarás en posibilidades de salir adelante.

Quien padece un trastorno depresivo pierde la capacidad para interesarse y disfrutar de las cosas. Hay una disminución de la vitalidad y suelen aparecer sentimientos de culpa y una visión sombría del futuro, por lo que interfiere con la vida cotidiana y el desempeño normal.

La depresión es el cuarto problema de salud mental en el mundo y en México afecta a un 10 por ciento de la población. No existe una causa única conocida para sufrir de esta enfermedad, en realidad, parece ser el resultado de una combinación de factores genéticos, bioquímicos y psicológicos.

Existen varios tipos de trastornos depresivos, siendo los más comunes el depresivo grave y el distímico. El primero incapacita a la persona y le impide desenvolverse con normalidad; en él se combinan síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir y comer. Aunque un episodio de esta naturaleza puede ocurrir sólo una vez, por lo regular suceden de vez en cuando durante toda la vida.

En tanto, el trastorno distímico tiene síntomas menos graves que quizá no incapaciten, pero impiden desarrollar una vida normal y sentirse bien; además, estos signos son de larga duración, para hacer el diagnóstico los síntomas deben de durar al menos dos años.

El Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos considera otras formas de trastornos depresivos que pueden desarrollarse. En todo caso, aclara que no todos los científicos están de acuerdo en cómo definir estas otras formas de depresión.

La depresión psicótica ocurre cuando una enfermedad depresiva grave está acompañada de alguna forma de psicosis, como ruptura con la realidad, alucinaciones o delirios.

Aquella que se le diagnostica a una mujer luego de haber dado a luz recientemente, se conoce como depresión posparto; es un episodio fuerte y se calcula que del 10 al 15 por ciento de las mujeres lo padecen.

El trastorno afectivo estacional se caracteriza por una enfermedad depresiva durante los meses de invierno, cuando disminuyen las horas de luz solar; este padecimiento desaparece, generalmente, durante la primavera y el verano.

El trastorno bipolar, también llamado enfermedad maniaco-depresiva, se caracteriza por la presencia de episodios alternantes (que duran al menos algunos días cada uno) de niveles anormalmente elevados de energía y del estado de ánimo (conocimos como manía o hipomanía), con episodios de depresión.

 

Vía: Instituto Nacional de Neourología y Neurocirugía, Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, Instituto de Geriatría, National Institute of Mental Health