Haz click aquí para una guía más detallada de Atención del embarazo, parto y puerperio.

Después de nueve meses debes estar ansiosa de conocer a tu bebé, pero también debes estar preparada para cuando llegue ese momento. La comunicación y confianza con tu médico y su equipo es imprescindible, debes sentirte cómoda y contar con toda el apoyo necesario para que puedas concentrarte en lo realmente importante.

 

¿Cómo puedo saber si estoy en trabajo de parto?

El trabajo de parto es diferente en cada persona, y cómo te sentirás previamente depende de si has tenido un bebé antes y cómo ha sido tu experiencia. El inicio del trabajo de parto puede tener las siguientes señales:

  • Dolor persistente en espalda y abdomen, a menudo es acompañado por un dolor similar al cólico.
  • Flujo marrón o sanguinolento, pegajoso. Puede no ser inminente, pero es una señal de que las cosas van avanzando, debes seguir con normalidad.
  • Contracciones dolorosas que se producen en intervalos regulares y cada vez más cortos y se hacen más largos y en intensidad más fuerte.
  • Ruptura de fuente, fluido que sale continuamente de la vagina y que es incapaz de controlarlo.

 

¿Cuándo debes llamar al doctor?

Probablemente ya han hablado de qué hacer cuando pienses que estás en labor de parto. Pero si no estás segura de que ha llegado el momento, no te avergüences en llamarle.

Querrá saber qué tan frecuentes están siendo las contracciones y qué duración tienen, así como cualquier otro síntoma o preocupación que puedas tener, incluyendo cómo se mueve tu bebé.

Debes ponerte en contacto con tu médico si:

  • Se rompe tu fuente, o si sospechas que estás goteando líquido amniótico, o el bebé se está moviendo menos de lo habitual; tienes sangrado vaginal, fiebre, fuertes dolores de cabeza, cambios en la visión o dolor abdominalsi estás preocupada.

 

¿Qué debes hacer cuando inicia el trabajo de parto?

partoEsto dependerá de la hora del día que sea, lo que te gusta hacer y cómo te sientes. Mantener la calma y estar relajada ayudará al progreso y para hacer frente a las contracciones. Haz lo que normalmente harías para relajarte. Esto podría significar ver una película, escuchar música o pedirle a un amigo o familiar que te haga compañía. Puedes alternar entre caminar y descansar, o tratar de tomar un baño o ducha caliente para aliviar el dolor. Si es posible, trata de descansar, come y bebe con normalidad para prepararte para el parto.

Este es un buen momento para probar diferentes posturas y técnicas de respiración para ver si ayudan a hacer frente a las contracciones.

Prácticamente todas las mujeres se preocupan por cómo van a lidiar con el dolor del trabajo de parto y el parto. El parto es diferente para cada persona. Así que nadie puede predecir cómo se sentirá. La cantidad de dolor que siente una mujer durante el parto depende en parte del tamaño y la posición de su bebé, el tamaño de su pelvis, sus emociones, la fuerza de las contracciones, y su punto de vista.

Algunas mujeres lidian con el dolor sólo con los métodos naturales. Muchas otras mezclan los métodos naturales con medicamentos que alivian el dolor. Tener una actitud positiva ante el parto y gestionar el miedo también puede ayudar a algunas mujeres a enfrentar el dolor. Es importante darse cuenta de que el dolor del parto no es como el dolor debido a una enfermedad o lesión. En cambio, es causado por las contracciones del útero que están empujando al bebé hacia abajo y hacia afuera del canal uterino. En otras palabras, el dolor del parto tiene un propósito.

 

Inducir el parto

A veces, un médico o una partera tienen que inducir o provocar el trabajo de parto. La decisión de inducir el parto a menudo se realiza cuando una mujer está más allá de su fecha de vencimiento, pero el trabajo aún no ha comenzado o cuando hay preocupación por el bebé o la salud de la madre. Algunas de las razones específicas por las cuales el trabajo de parto puede ser inducido incluyen:

  • La fuente de la mujer se ha roto, pero el trabajo no ha comenzado.
  • Infección en el útero.
  • El bebé está creciendo lentamente.
  • Las complicaciones que surgen cuando el factor RH de la madre es negativo y su bebé es positivo.
  • No hay suficiente líquido amniótico.
  • Complicaciones como presión arterial alta o preeclampsia.
  • Problemas de salud en la madre, como enfermedades renales o diabetes.

El médico o la partera pueden utilizar medicamentos y otros métodos para abrir el cuello uterino de una mujer embarazada, estimular las contracciones y prepararse para el parto vaginal.

Algunos médicos pueden sugerir la inducción electiva debido a las molestias de la mujer, las cuestiones de agenda, o la preocupación de que la espera puede dar lugar a complicaciones. Pero los beneficios y daños de la inducción electiva no se conocen bien. Por ejemplo, no sabemos si la inducción electiva del trabajo conduce a tasas más altas o más bajas de partos por cesárea en comparación con esperar a que el parto comience por sí solo. Sin embargo, los médicos tienen formas de evaluar el riesgo de parto por cesárea, como la edad de la mujer, si se trata de su primer embarazo, y el estado de su cuello uterino. La inducción electiva (después de las 39 semanas) no parece afectar a la salud del bebé.

Si el médico sugiere la inducción del parto, habla con él sobre los posibles daños y beneficios tanto para ti y  el bebé, tales como el riesgo de cesárea y el riesgo de bajo peso al nacer. Querrás estar segura de que los beneficios de la inducción del parto son mayores que los riesgos.

 

El nacimiento por cesárea

cesareaLa cesárea es la cirugía para dar a luz. El bebé se saca a través del abdomen de la madre. La mayoría de las cirugías de cesárea resultan en bebés y madres sanos, pero hay que tener en cuenta que  la cesárea es una cirugía mayor y conlleva riesgos. El tiempo de recuperación también lleva más tiempo que con el parto vaginal.

La mayoría de las mujeres con embarazos sanos y sin factores de riesgo de problemas durante el parto tienen a sus bebés por vía vaginal. Aun así, la tasa de nacimientos por cesárea ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Hoy en día casi 1 de cada 3 mujeres tienen a sus bebés de esta manera. Algunos expertos aseguran que tantas cesáreas son innecesarias. Por lo tanto, es importante que las mujeres sepan los pros y contras de este procedimiento.

En todo caso, la cesárea no deja de ser una cirugía mayor y, primordialmente, está destinada a resolver situaciones de parto que podrían poner en peligro la salud y /o vida de la madre y de su hijo. En la cesárea existen posibilidades -aunque escasas- de infección en la herida causada por la operación.

En el parto vaginal o normal la madre tiene una menor cantidad de riesgos y la sangre que se pierde es menor. Con el parto también se disminuyen las probabilidades de infección en el útero. Además, se tiene una mejor y más rápida recuperación de la madre. Algunas otras ventajas de este tipo de nacimiento son: una mejor presión arterial en la madre, facilita la integración y el apego, permite al bebé expulsar todo el líquido del pulmón, mejora la oxigenación, y el bebé puede permanecer inmediatamente con sus padres en la habitación.

Razones para una cesárea

El médico podría recomendar una cesárea si piensa que es más seguro, para la madre o su bebé, que el parto vaginal. Algunas cesáreas son previstas, pero otras se realizan cuando ocurren problemas inesperados durante el parto. Estudios limitados indican que los beneficios de tener una cesárea pueden ser mayores que los riesgos cuando:

  • La madre lleva más de un bebé (mellizos, trillizos, etc).
  • La madre tiene problemas de salud, incluyendo la infección por VIH, la infección por herpes y las enfermedades del corazón.
  • La madre tiene la presión arterial peligrosamente alta.
  • La madre tiene problemas con la forma de su pelvis.
  • Hay problemas con la placenta.
  • Hay problemas con el cordón umbilical.
  • Hay problemas con la posición del bebé.
  • El bebé muestra signos de sufrimiento, como una disminución del ritmo cardíaco.
  • La madre ha tenido una cesárea anterior.

 

Durante la cirugía

El cirujano hace dos incisiones. La primera es de aproximadamente 6 pulgadas de largo y atraviesa la piel, grasa y músculo. La mayoría de las incisiones se hacen de lado a lado y bajan en el abdomen, son llamadas incisión del bikini. Luego, el médico hará una incisión para abrir el útero. La apertura se hace lo suficientemente ancha como para que el bebé pueda pasar. Un médico utiliza una mano para sostener al bebé mientras otro médico empuja el útero para ayudar a empujar al bebé hacia fuera. El fluido se aspira por la boca y la nariz del bebé. El médico que se encuentra realizando la cesárea corta el cordón umbilical y le pasa el bebé al pediatra quien iniciará cuidados iniciales y posteriormente lo llevaran para que la madre lo vea, mientras el ginecólogo retira la placenta, luego limpia y cose el útero y el abdomen.

Después de la cirugía se traslada a la madre a una sala de recuperación y se mantendrá ahí por unas horas. Se puede presentar debilidad, náuseas y mucho sueño. Después de eso la pacientes es trasladada a una habitación del hospital.

 

mama-nino2Después de la cirugía

Cuando tú y tu bebé estén listos, podrás abrazarlo, acurrucarlo y amamantarlo. Mucha gente se entusiasma con las visitas. Pero procura no aceptar demasiados visitantes. Usa el tiempo en el hospital para el descanso y al vínculo con tu bebé. La Cesárea es una cirugía mayor y la recuperación toma alrededor de seis semanas. En las próximas semanas, tendrás que centrarte en la curación, descansando lo más posible, y fomentando el vínculo con tu bebé.

 

Vía: OMS, Secretaría de Salud, Oficina de la salud de la mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos