,

El embarazo inicia con la fertilización de un óvulo. Normalmente, el óvulo fertilizado se adhiere al revestimiento del útero. Un embarazo ectópico se presenta cuando dicho óvulo se implanta y crece fuera de la cavidad principal del útero.

Este tipo de embarazo ocurre con mayor frecuencia en una trompa de Falopio, la cual transporta los óvulos desde los ovarios hasta el útero. La condición recibe el nombre de embarazo tubárico. En ocasiones, un embarazo ectópico tiene lugar en otras áreas del cuerpo, como el ovario, la cavidad abdominal o la parte inferior del útero (cuello uterino), que se conecta con la vagina.

Cabe señalar que dicho embarazo no puede proceder de forma normal, ya que el óvulo fertilizado es incapaz de sobrevivir, además de que el tejido en crecimiento puede ocasionar un sangrado potencialmente mortal si no recibe tratamiento.

Conoce más: Embarazo ectópico, ¿cómo lo diagnostican los médicos?

Entre los factores que hacen más propensas a las mujeres a tener un embarazo ectópico se encuentran los siguientes:

  1. Embarazo ectópico previo. Si has tenido este tipo de embarazo antes, es más probable que experimentes otro.
  2. Inflamación o infección. Las infecciones de transmisión sexual pueden causar inflamación en las trompas y otros órganos cercanos, así como incrementar el riesgo de un embarazo ectópico.
  3. Tratamientos de fertilidad. Algunas investigaciones sugieren que las mujeres que se someten a fertilización in vitro (FIV) o tratamientos similares tienen más probabilidades de experimentar un embarazo ectópico. La infertilidad en sí también puede aumentar tu riesgo.
  4. Cirugía de trompas. La cirugía para corregir una trompa de Falopio cerrada o dañada puede aumentar el riesgo de un embarazo ectópico.
  5. Fumar. Fumar cigarrillos justo antes de quedar embarazada puede aumentar el riesgo de un embarazo ectópico. Cuanto más fumes, mayor será el riesgo.

Si tienes más dudas sobre estos y otros factores de riesgo, consulta a tu médico.

 

Fuente: Mayo Clinic