A pesar de que el vínculo entre consumo de sal y presión alta está de sobra documentado, el mecanismo con el que esto sucede no ha quedado del todo claro. Un nuevo estudio sugiere que la ingesta de sal por un largo periodo interfiere en las conexiones neurales que modulan la presión arterial.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad McGill en Montreal, Canadá hicieron un experimento para demostrar la forma en que la sal afecta la presión arterial.
Charles Bourque, autor del estudio, explicó que fue lo que sucedió cuando las ratas que fueron los sujetos de la experimentación cuando les fue aumentada su dosis diaria de sal: “Encontramos que en el periodo en el que se les aplicó a las ratas una dieta alta en sal empezaron a experimentar cambios bioquímicos en las neuronas que liberan vasopresina (que suben la presión arterial) en el sistema circulatorio”.
Cuando la ingesta de sal no es alta un circuito cerebral detecta inhibidores de presión arterial o detiene a las vasopresina para que no liberen químicos que pueden subir la presión arterial.
En caso de que la ingesta de sal sea alta y prolongada, se desactiva el circuito de control, permitiendo a las vasopresina a liberar químicos que elevan la presión arterial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) una alta ingesta de sal puede provocar que una persona padezca presión arterial alta, que incrementa el riesgo de ataque cardíaco o de derrame cerebral. La OMS recomienda que los adultos limiten su consumo de sal no más de 5 gramos de sal al día.
Para reducir los niveles de sal en la dieta diaria se pueden hacer pequeñas acciones que son muy significativas como: limitar las salsas, preferir la carne fresca en lugar de la que esté enlatada y revisar las etiquetas nutricionales.
Vía: Medical News Today
