azucar-ILa Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó unas nuevas directrices para deducir la ingesta de azúcar diaria en adultos y niños. La institución recomienda reducir la ingesta  de azúcar a menos del 10 por ciento del consumo de energía total diaria.

Al respecto el doctor Francesco Branca, director del Departamento de Salud y Desarrollo Nutricional de la OMS apuntó que existe “evidencia sólida de que mantener la ingesta de azúcar en menos del 10 por ciento de la ingesta total de energía diaria reduce el riesgo de diabetes, obesidad y caries”.

El informe de la OMS no toca los azúcares naturalmente incluidos en las frutas, vegetales y la leche, debido a que no se ha presentado evidencia de que existan efectos adversos por consumir este tipo de azúcares.

La organización advirtió que existe mucho azúcar escondido en los alimentos procesados como los endulzantes. Por ejemplo, una cucharada de cátsup contiene alrededor de 4 gramos de azúcar, mientras que una lata de refresco contiene 40 gramos o más de azúcar.

La recomendación de reducir la ingesta de azúcar a menos del 10 por ciento está basada en las más avanzadas evidencias científicas. Estas evidencias muestran que los adultos que consumen menos azúcar tienen la tendencia a tener menos masa corporal, además de que un aumento en el consumo de azúcar en la dieta se encuentra vinculado con el aumento de peso.

En el caso de la salud dental disminuir el consumo diario de azúcar ha demostrado reducir la incidencia de caries.

En caso de ser posible la OMS recomienda que se reduzca el consumo de ingesta de azúcar diaria en menos de 5 por ciento, pues traería protección adicional a la salud. De hecho se ha demostrado que en países con consumo de azúcar de menos del 5 por ciento diario tienen incidencia muy baja de caries.

Mantener una dieta baja en azúcar y grasa y alta en proteínas, vitaminas y minerales ha demostrado ser la mejor opción para tener una vida sana y evitar las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y obesidad que son consecuencia de una mala alimentación.

 

Vía: Organización Mundial de la Salud