Un nuevo estudio señala que los adolescentes pueden tener una nueva razón para seguir el consejo de sus padres e ir a la cama temprano. Quedarse despierto hasta tarde durante la semana podría aumentar el riesgo de que los adolescentes desarrollen sobrepeso a lo largo del tiempo.
Para el estudio, los investigadores analizaron datos de más de 3,300 adolescentes estadounidenses y encontraron que cada hora extra agregada a acostarse tarde se asoció con un aumento de más de dos puntos en el índice de masa corporal (IMC). Recordemos que el IMC es una estimación de la grasa corporal basada en el peso y en la altura.
El vínculo entre ir a dormir tarde y un aumento del IMC no se vio afectado significativamente por el tiempo total de sueño, la cantidad de ejercicio, o el tiempo que pasaron delante de computadoras o televisores, afirmaron los especialistas.
Los resultados son importantes porque resaltan la cantidad de horas que los adolescentes invierten para por fin acostarse e ir dormir (no solo el tiempo total de sueño) como un blanco potencial para controlar el peso de manera concurrente y durante la transición a la edad adulta, comentó Lauren Asarnow, de la Universidad de California en Berkeley y autora del estudio.
Sin embargo, el trabajo publicado en la revista Sleep no prueba que los amantes de la noche estén destinados a sufrir sobrepeso. Los resultados solo muestran una asociación entre la hora de dormir y diferencias en el peso, no una relación de causa y efecto.
Según la Academia Americana de Medicina del Sueño, los adolescentes necesitan dormir poco más de nueve horas por noche.
Vía: Health Library
