,

i-insomnioAlgunas investigaciones han vinculado anteriormente el divorcio con problemas importantes de salud, pero pocas han examinado los motivos. En este sentido, la dificultad para dormir podría representar una de las causas.

Y es que un estudio, realizado recientemente por la Universidad de Arizona, señaló que las personas que luego de un divorcio sufren este problema a largo plazo, están en riesgo de un aumento en la presión arterial.

Para llegar a estas conclusiones, publicadas en la revista Health Psychology, se incluyeron a 138 personas que habían estado separadas o divorciadas aproximadamente 16 semanas, las cuales reportaron la calidad de su sueño durante tres visitas al laboratorio –en las que también se tomó su presión arterial– durante siete meses y medio.

Aunque en las primeras visitas no se observó un vínculo entre las dificultades para dormir y la presión arterial, los investigadores señalaron que hubo un efecto retardado. Por ello, explicaron que los problemas para dormir durante unas 10 semanas tras la separación, no parecen asociarse con un aumento futuro en la presión alta.

«Pero tras, más o menos, 10 semanas, luego de un periodo sostenido de tiempo, parece haber un efecto nocivo acumulativo«, señaló David Sbarra, coautor del estudio. «Observamos cambios en la presión arterial en reposo que estaban asociados con los problemas de sueño de tres meses antes».

Las dificultades para conciliar el sueño son normales los primeros meses después de una separación, es un proceso de ajuste que las personas pueden afrontar bien, pero cuando persisten durante un periodo extendido podrían representar algo distinto.

”Quizá signifiquen que las personas están potencialmente deprimiéndose, que están teniendo problemas para seguir con su vida, y esas personas en particular son las susceptibles a los problemas de salud», explicó.

Vía: HealthDay News