Si bien se sabe que el estrés crónico es un factor de riesgo para la obesidad, aún no se determina la causalidad. Los efectos del estrés sobre el apetito y las predilecciones de los alimentos varían entre las personas. Algunos individuos sufren un incremento de peso durante los períodos de estrés pero, en contraste, otros reportan una disminución del apetito.
Las personas que sufren de un brusco incremento de peso debido al estrés informan ansiedad por consumir alimentos densos en calorías, altos en grasa y azúcar. Estos actúan en los receptores opioides en el cerebro para suprimir las respuestas de estrés.
Investigaciones también han detectado que las personas bajo mucho estrés tienden a ingerir más comida chatarra, consumir menos comidas principales y alimentarse con un menor número de porciones de verduras. Asimismo, se ha observado una tendencia al sedentarismo, aunque no se ha determinado si este estilo de vida promueve el estrés o viceversa.
La carencia de consciencia al comer, también denominada “alimentación inconsciente” o “sin sentido”, también puede fomentar la obesidad y se relaciona con el estrés. El estrés durante la jornada laboral, particularmente, se asocia a una mayor ingesta de comida rápida y a un mayor riesgo de adoptar este hábito en la realización de otras actividades.
Evidencia en laboratorio
A través de un mecanismo biológico, el estrés crónico se asociaría a la obesidad. Así lo señaló una investigación del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, en Washigton, Estados Unidos.
El equipo investigador, liderado por la doctora Zofia Zukowska, detectó en ratones de experimentación que el estrés crónico generaba en sus organismos la liberación de un neuropéptido denominado NPY, el cual estimulaba el incremento del peso abdominal.
Los expertos realizaron un bloqueo de los receptores de esa molécula y la acumulación de grasa se redujo. Según los autores del análisis publicado en la revista científica Nature, las conclusiones podrían ser el primer paso para la fabricación de medicamentos para disminuir la obesidad en personas que sufren de estrés crónico.
Identificación de las fuentes de estrés
Los factores de aparición del estrés varían bastante entre las personas. Se considera el estilo de vida, las situaciones personales y cómo una fuente potencial de estrés se percibe, por ejemplo, un evento que puede ser una gran fuente de ansiedad para una persona podría ser tomado en cuenta como un desafío positivo o una motivación.
Generalmente, cuando el grado de control del individuo sobre alguna situación determinada es mayor, es menos probable que se perciba como un evento estresante.
